Racing está a pocos días de vivir una jornada histórica en Asunción, Paraguay. La Academia, que volverá a definir un torneo internacional tras 32 años de sequía, se enfrentará el próximo sábado 23 de noviembre ante Cruzeiro en el estadio La Nueva Olla por la final de la Copa Sudamericana 2024. Como era de esperar, ningún hincha se quiere perder ese partido y hará todo lo que haga falta para poder estar presente en el estadio alentando a su equipo.
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Eso sucede con Alejo Ciganotto, que desde los octavos de final viene emprendiendo travesías insólitas: viajó a Chile y dos veces a Brasil caminando y haciendo dedo. Ahora, a falta de una semana para la final, está rumbo a Paraguay con su ilusión como motivación.
Pero en el medio de su viaje, el joven de 22 años se encontró con un gran obstáculo: conseguir una de las 15 mil entradas que la Conmebol le otorgó a Racing para la final. Aunque todo parecía perdido y el joven ya se estaba mentalizando en ver el partido desde afuera, Gustavo Costas apareció de manera impensada y le regaló un ticket para dicho partido.
El tremendo gesto de Gustavo Costas con un hincha de Racing:
"Sos lo más grande que hay Gustavo, te amo", escribió Alejo en su cuenta de X, donde se hizo viral entre los hinchas de Racing. "Gracias a todos los que me tiran la buena, los amo wacho, aguante Racing, el 23 explota todo", agregó y adjuntó los audios que demuestran la veracidad del caso. "Aca tienen uno de los audios, Costas es Racing", expresó el fanático.
"No tenes que agradecer nada, cómo me vas agradecer, estás loco. Yo te tengo que agradecer a vos, por cuidar tanto a Racing así", le contestó el entrenador de la Academia en un mensaje de voz.
Alejo heredó y eligió la pasión por los colores desde chiquito. “Fue todo herencia familiar: mi abuelo es enfermo de Racing, mi viejo lo mismo y yo también”, contó en una entrevista con Olé.
Este sentimiento por la Academia lo acompaña desde antes de su nacimiento y una tierna anécdota lo grafica bien: “Racing salió campeón en 2001 y mientras yo estaba en la panza de mi mamá, mi viejo hizo firmar una camiseta chiquita por todos los jugadores de ese plantel, que la tengo todavía guardada”.
"Soy muy mandado, no tengo vergüenza ni miedo. Si me va a pasar algo, será en Buenos Aires o acá", aseguró el joven desde un hotel que la filial de Racing en Corrientes le facilitó.
El hincha acompañó a la Academia dos veces a Brasil (cuartos ante Paranaese y semifinales contra Corinthans) y una en Chile (en octavos, frente a Huachipato). Entonces, cómo no iba a intentar hacerlo para la final.
"Si no consigo entrada... quiero llegar rápido a Paraguay. Tratar de pegar onda con la hinchada de Cerro Porteño y ver si ellos me pueden ayudar para entrar a la cancha dos días antes. No sé, encerrarme en el baño, esconderme, je. A mí me importa más que Racing gane que poder entrar yo a la cancha. Si no, me quedo con la gente de Racing afuera", había dicho días atrás, antes de conseguir el tremendo regalo de Costas.
Sin embargo, según contó Alejo, esa no fue la primera que hablaba mano a mano con el entrenador por WhatsApp. "En octavos y cuartos una persona me dio las entradas. Pero no me la consiguió para la semi, en San Pablo, para el partido con Corinthians. Entonces no sabía qué hacer. ¿Y sabés quién me mandó la entrada? Costas, que me había felicitado por lo que estaba haciendo yo. Un genio", reveló.