La cuenta regresiva está en marcha y se acerca el vencimiento de u$s 731 millones con el FMI a pagar este viernes pero el Gobierno mantiene en reserva información sobre el pago y evitan entrar en el juego del "nerviosismo". La tranquilidad oficial contabilizó las señales del Fondo Monetario Internacional de que se trabaja "para llegar a un acuerdo pronto".
Paralelamente, según El Destape, ya se acordaron los aspectos centrales del acuerdo y faltan detalles que tienen que ver con plazos y definiciones políticas.
En ese sentido, fuentes del Gobierno que están en el minuto a minuto de la negociación, le confiaron al portal de Roberto Navarro que acordaron 2022 y 2023 sin ajuste y déficit cero en 2025.
"Ya conseguimos postergar el ajuste por un tiempo: al menos por 2022 y 2023. A partir de ahora hay que trabajar para que no haya ajuste nunca”, expresaron las citadas fuentes oficiales al tanto de cada avance y retroceso en las negociaciones.
Aunque el plan original que había presentado el equipo que encabeza Martín Guzmán planteaba un sendero de convergencia fiscal para 2027, dos años después de lo que finalmente se está acordando, en el gobierno confían en que si no se ahoga el crecimiento que registra el país, las metas fiscales pueden alcanzarse a partir del aumento de la recaudación.
Las tratativas siguen minuto a minuto: ahora falta un mecanismo que permita eludir la precariedad de un esquema de vencimientos mensuales con revisiones constantes que dejaban a la Argentina en una situación permanente de vulnerabilidad financiera, con riesgo de default constante.
“El Gobierno no acepta que los desembolsos sean calzados”, es decir, que el FMI sólo vaya liberando los fondos estrictamente necesarios para saldar cada cuota. La propuesta que el equipo económico puso sobre la mesa es que cada desembolso sea mayor a los vencimientos, para que el proceso, también, ayude a fortalecer las reservas.
Tal como está planteado el escenario, si el final de la película es “feliz”, significará una renegociación exitosa del mayor crédito de la historia del FMI, tomado en 2018 por Mauricio Macri en condiciones impagables, que abre una luz de esperanza para salir de la crisis.
Es más: de esa manera, el acuerdo se habrá alcanzado sin tener que aceptar las condiciones que el organismo suele imponer en estas circunstancias, como reformas previsionales, laborales y fiscales regresivas. Un final impensado para quienes fogoneaban cerrar con el Fondo “en cinco minutos”.
