La Policía de Tucumán desalojó este miércoles una clase pública en medio de la avenida Benjamín Aráoz, frente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán.
El accionar avalado por el gobernador Osvaldo Jaldo se produce en un contexto donde los estudiantes buscan visibilizar el repudio al veto de Javier Milei y los constantes ataques y recortes a la educación. Esto no solo ocurre en Tucumán, se trata de una protesta nacional. Días atrás, el mandatario provincial ordenó a tres diputados que apoyaran el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, acto que le valió el repudio de Cristina Fernández de Kirchner por "traicionar" al peronismo.
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En cuanto al hecho, según puede verse en las imágenes, las fuerzas buscaron cumplir el protocolo anti-piquete del Ministerio de Seguridad de la Nación liderado por Patricia Bullrich, que solo puede aplicarse en la Ciudad de Buenos Aires. En tanto, de acuerdo a lo que denunció la comunidad educativa de esa unidad académica, la Policía local amenazó con reprimir a los alumnos si se cortaba un sector de la avenida Benjamín Aráoz al 700, en la capital.
Este desalojo de la policía tucumana no es un caso aislado, sino que se da en el marco de un conflicto con las universidades que escala cada vez más y que ya tiene varios antecedentes en diferentes regiones del país. Por ejemplo, en provincias de la Patagonia como Santa Cruz, la presencia de diversos efectivos de policía en los campus que alegaron haber recibido "denuncias por disturbios" o también en la provincia de Buenos Aires, cuando intentaron bloquear el ingreso a la Universidad de La Matanza (UnLaM).
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El intimidante mensaje de la Policía a los estudiantes: "Si no se libera, se activa el protocolo"
El lunes 14 se realizó una asamblea donde se decidió tomar la universidad, dar clases públicas y un corte de calle programado para el miércoles, entre otras medidas. Desde las 8.30, los jóvenes ubicaron los bancos en la avenida Benjamín Aráoz para cursar la materia de Filosofía de la Ciencia. Media hora después, llegaron efectivos de la Policía.
Si bien la comisión de Seguridad de la toma de Filosofía y Letras aseguró haber pedido permiso a la comisaría 11 y la Municipalidad capitalina para realizar las clases públicas en la avenida, lo cierto es que, cuando se instalaron las sillas y mesas para dar dar comienzo a la jornada, personal de la Unidad Regional irrumpió en el lugar y amenazó con reprimir si no retiraban los materiales. Incluso, los uniformados armados movieron los muebles y levantaron el pasacalle.
“Si no se libera, se activa el protocolo (por el accionar antipiquete de Patricia Bullrich)”, advirtió César Paz, jefe de la zona 3 de la URC, ante la cámara del noticiero de LG Play. “La avenida se libera o se libera, porque daña a la gente”, insistió el comisario.
Y agregó: "Le trasmitimos que la avenida no se puede cortar porque viene gente del Este del interior de la provincia a trabajar o al medio (...) No se lesiona el derecho a la protesta. Si no se libera , se activa el protocolo que es liberar la avenida".
Jaldo ordenó a diputados tucumanos que votaran contra la universidad pública
Tras largos días de negociaciones, el Gobierno de Javier Milei logró que la Cámara de Diputados sostenga el veto del Presidente a la Ley de Financiamiento Universitario. La votación terminó con 160 a favor, 84 negativos y 5 abstenciones. Entre los que sumaron para que la ley fuera vetada, se encontraron los votos de tres diputados que hasta hace unos meses pertenecían a Unión por la Patria. Se trata de tres legisladores tucumanos: Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández de Mansilla.
A pesar de que alguna vez defendieron la educación pública y se alinearon con los principios del peronismo, estos legislados decidieron alinearse con el presidente y respaldaron el desfinanciamiento de las universidades tras el pedido del gobernador Osvaldo Jaldo. El apoyo de estos tres diputados fue crucial para que el veto presidencial se llevara a cabo, contribuyendo a un total de 160 votos que legitimaron esta decisión.
Hasta hace poco, Fernández, Medina y Fernández de Mansilla habían hecho campaña bajo el sello de Unión por la Patria, presentándose como defensores de la educación y la igualdad social. Sin embargo, su reciente cambio de postura sorprendió a muchos y fue calificado como una traición a los principios que los llevaron a ocupar sus cargos.
Cristina Fernández de Kirchner fue una de las que repudió ese accionar. Luego de la votación, la ex vicepresidenta publicó un extenso mensaje para cuestionar a los diputados peronistas que dieron su voto a favor del veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario y acusó a gobernadores del Partido Justicialista (PJ) de haber "influido sobre algunos legisladores de sus provincias, para plegarse a la estrategia de apoyo" al Gobierno.
En un extenso tenso que compartió a través de su cuenta oficial de X, la dos veces presidenta habló de "transfuguismo político" y pidió "que nadie más en nombre del peronismo termine utilizando una banca en contra del Pueblo y la Nación".
