Continúa la toma de colegios en la Ciudad de Buenos Aires, impulsada principalmente por el Mariano Acosta de Balvanera, y que podría extenderse a más de veinte escuelas porteñas en los próximos días.
La medida de fuerza que comenzó el viernes, se extendió durante el fin de semana, y terminaría hoy lunes a las 17, podría extenderse en el tiempo luego de los miembros del Centro de Estudiantes llamaran a una asamblea para “discutir qué otras medidas tomar”.
“Primero nos movilizamos, después elevamos una carta a la ministra Soledad Acuña (Educación, CABA) explicándole todos los reclamos de la comunidad educativa (…) y como nos marginan de las decisiones que se toman en nuestros colegios”, expresó Kianara Ledo, una de las jóvenes de la agrupación escolar.
Expreso que existen “falencias edilicias, falta de viandas, reformas inconsultas” y debates sobre la secundaria “del futuro”. También explicó que los reclamos comenzaron hace tres semanas pero ante la falta de respuesta del gobierno porteño decidieron tomar la institución.
En ese sentido, la ministra Acuña culpó al kirchnerismo de “fogonear” el conflicto educacional y sostuvo en declaraciones en TN que las demandas de los estudiantes son “violentas y absolutamente políticas”.
La funcionaria porteña advirtió que están circulando manuales “con instrucciones de cómo tomar una escuela” y que están repartiéndolos en los colegios de CABA. A su vez, negó que los reclamos vengan “desde antes”, como explicó la joven estudiante.
“No hubo ninguna instancia de pedido de dialogo, de discusiones o de procesos que se hayan dado antes, pasaron directamente las asambleas a votar tomar las escuelas”, indicó.
Sin embargo, desde el Centro de Estudiantes del Colegio Alvear explicaron que los pedidos a la administración de la Ciudad vienen desde hace varias semanas: primero una marcha, luego una carta a la propia Acuña y finalmente el paro.
"La toma de la escuela Mariano Acosta es fogoneada por sectores políticos. No se trata de discusiones o pedidos genuinos sobre la educación de los chicos, sino de intereses partidarios contra la gestión del Gobierno de la Ciudad", escribió en sus redes sociales hace pocas horas.
Acuña amenazó a los padres de los alumnos con consecuencias legales que pueden surgir por el protocolo “anti-toma” que implementó el Gobierno porteño: “Los padres de los alumnos que tomaron las instalaciones pagarán las consecuencias. Son responsables del daño patrimonial que pueda suceder y de lo que ocurra”, anticipó.
“Tomar una escuela es una medida violenta que vulnera el derecho a la educación al resto de los chicos que van a ese colegio. En este caso fueron 10 estudiantes que entraron el viernes junto a sus padres”, agregó la ministra y dejó entrever que ya realizaron inteligencia sobre los estudiantes.
En vez de intentar resolver las cuestiones educativas, desconoció los temas en reclamo y afirmó que ya se cumplen: “Se queja de cuestiones edilicias en un colegio centenario”, lanzó como si no fuera un tema mayor.
