Expectativa en el mercado en el inicio de semana, por los primeros anuncios del Ministro de Economía Sergio Tomás Massa, respecto de los funcionarios de segunda línea que lo acompañarán en la gestión. Hasta el momento el nuevo titular del Palacio de Hacienda confirmó al responsable de la Secretaría de Hacienda, que quedará bajo la conducción de Raúl Rigo, el histórico encargado de cuidar la caja nacional asumirá otra vez el desafío de ordenar las cuentas públicas en un contexto financiero muy delicado. Rigo ya es casi una institución en el Ministerio de Economía, en la garantía de una gestión prudente y profesional de los recursos del Estado en un contexto de aguda restricción presupuestaria. Otros trascendidos ya dan por confirmado el ingreso de Lisandro Cleri al Directorio del BCRA y Matías Tombolini para la Secretaría de Comercio. También está garantizada la continuidad de Eduardo Setti al frente de la Secretaría de Finanzas y el enroque de José Ignacio De Mendiguren desde el BICE a la Secretaría de Producción.
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Se esperan también para los próximos días, las primeras medidas en el marco de un programa económico integral. La expectativa estará en conocer la profundidad del Plan que Sergio Massa está pergeñando. Hoy la dicotomía que enfrenta es si avanzar con correcciones de fondo o retocar el “Plan Aguantar” que habían perfeccionado el Banco Central junto a Martín Guzmán para superar el invierno y llegar al momento del año con menores pagos al exterior en materia energética y mayor comercialización de los remanentes de cosecha, atento a las necesidades de pesos para la compra de implementos de cara a la nueva cosecha.
Otra definición relevante para los próximos días tiene que ver con el programa en curso con el Fondo Monetario. Ocurre que nuestro país se enfrentará en breve a la segunda revisión trimestral sobre los parámetros refrendados en el mes de febrero. Si bien se espera que el nuevo Ministro mantenga los lineamientos de trazo grueso del acuerdo, resta saber si va a buscar iniciar una negociación para flexibilizar los plazos de cumplimiento de estar pautas.
Massa asume en un contexto muy delicado y tendrá que mostrar resultados rápido. Además de calmar la macroeconomía, la dinámica inflacionaria tan elevada de julio va a consolidar un piso alto para el mes en curso. Es esperable que en el corto plazo se sigan expresando en la calle protestas sociales por parte de quienes reclaman recomponer el poder adquisitivo de los sectores vulnerables. La pericia de Massa también estará en contener esos reclamos, haciéndose eco de demandas que son justas, pero haciendo equilibrio para no potenciar los problemas fiscales.
Massa tiene uñas de guitarrero para llevar adelante esta tarea, pero los desafíos son múltiples. No tiene mucho tiempo y cada una de sus decisiones será determinante para las posibilidades de éxito de su programa.