David Lebón anunció un esperado show que promete ser una noche especial para el rock argentino.
El músico se presentará el 16 de mayo en el Teatro Ópera.
Las entradas ya están disponibles en la web de Ticketek en este enlace.
David Lebón, uno de los músicos más queridos y respetados de la historia del rock argentino, pasó décadas dejando su huella en la escena musical del país. A lo largo de su carrera, compartió escenario con algunas de las bandas más influyentes y trabajó con artistas de gran renombre. En una reciente conversación, el veterano músico compartió sus pensamientos sobre la importancia de las colaboraciones, su relación con la familia y su filosofía musical.
Reflexiones de un Ícono
En cuanto a su colaboración con la joven productora Gaby Pedernera, Lebón explicó cómo surgió la idea de contar con ella para la producción de su último proyecto. “De Damián [Amato, presidente de Sony]. Me dijo: ‘Probalo, porque hace la producción de la mayoría de las canciones con las chicas [de Eruca Sativa]’”, reveló. Pedernera, quien ya tenía una destacada trayectoria en la escena del rock nacional, fue una elección acertada para el músico.
Lebón también reflexionó sobre su participación en el segundo disco de Eruca Sativa, donde tuvo la oportunidad de sumarse al tema “Para Ser”. “Yo grabé en el primer disco de ellas, estaba justo ahí en el pasillo del estudio, y me dijeron: ‘¿No querés cantar en este tema?’", recordó, haciendo hincapié en la conexión natural que siempre sintió con la banda.
La familia de David Lebón jugó un papel fundamental en su vida y carrera musical. En un emotivo relato, recordó un momento especial con su hija Nayla, quien lo impulsó a trabajar con el legendario Hugo Fattoruso. “Y cuando grabó Hugo Fattoruso me volví loco. Fue Nayla, mi hija, con unos brownies, a decirle ‘¿no tocarías con mi papá y conmigo en una canción?’”, contó con emoción. La cercanía con sus hijos también fue un tema recurrente en sus proyectos: “Y ya que estaba lo llamé a Panchi, mi hijo, entonces hay tres Lebones en el tema. Y tengo nietos que ya están tocando también, así que si Dios quiere y me da suficiente tiempo, sería increíble poder tener un disco Los Lebónicos”, anticipó, vislumbrando un futuro lleno de música en familia.
En relación a su estrecha amistad con Skay Beilinson, Lebón recordó un encuentro en el que el exguitarrista de Patricio Rey y sus Redondito de Ricota participó de su proyecto. “La cuestión es que lo llamamos y me dijo: ‘Mirá, yo no puedo cantar’. ‘Hacé un solo de viola’, le dije. ‘Ah, ¿puedo hacer un solo?’ ‘Más bien, obvio, te dejo un espacio’", compartió entre risas, demostrando la complicidad entre ambos.
David Lebón también rememoró el trabajo con Charly García, quien participó en su disco de una manera emotiva y significativa. “La señora le tiene el teléfono, porque él no quiere ni tocarlo, odia los celulares. Cuando grabamos ‘Nos veremos otra vez’ hizo un esfuerzo increíble el quía. Fue muy conmovedor lo que pasó ahí. Yo lo amo, no me importa lo que hizo, lo que pasó”, expresó, resaltando la profundidad de la conexión que existe entre ellos, a pesar de las dificultades.
En cuanto a su colaboración con el cantante colombiano Juanes, Lebón recordó cómo el músico, en sus primeros años, tocaba en una banda de heavy metal llamada Ekhymosis. “Sí, y me contó que tenía una bandita heavy [Ekhymosis], entonces lo pusimos en ‘Creo que me suelto’, que me pareció un buen tema para él. Hace un solo muy hermoso, que no es típico de él, se puso rockero”, relató, reconociendo el talento y la versatilidad de Juanes.
El tema “Nos veremos otra vez” se convertido en un himno para muchos de sus seguidores. Lebón explicó su profundo significado: “Es un tema que tengo como final del show, es el bis. No sabés la gente cómo llora. No sé por qué, nunca me imaginé que significaría como que nos veremos otra vez en otro lugar, o en el cielo.” Esta canción, llena de nostalgia y esperanza, tocó el corazón de miles de personas.
Finalmente, David Lebón compartió una reflexión filosófica sobre su enfoque de la música. “Lo que empecé a sentir es que hay adentro mío alguien que sabe más que yo. Un día estaba tocando en casa de Claudio Lisman, y me empezó a hablar, para probarme, y yo le contestaba y seguía tocando. Ahí me di cuenta: no sos vos. Es adentro tuyo, es tu corazón, no tu cabeza.” Esta profunda revelación sobre la conexión entre el alma y la música explica, en parte, el éxito y la autenticidad de su legado musical.