Tras un viaje que duró siete años, la NASA logró por primera vez en su historia recolectar y traer a la Tierra una muestra de polvo y material obtenido de un asteroide. La misión “Osiris-Rex” recolectó restos del asteroide Bennu con los que ahora, los científicos esperan obtener información única sobre el origen de la vida y sobre la formación del sistema solar.
La misión comenzó el 8 de septiembre de 2016, cuando el “Osiris-Rex”, por su abreviatura de Origins-Spectral Interpretation-Resource Identification-Security-Regolith Explorer, fue lanzado desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida. La cápsula orbitó durante casi dos años el asteroide y finalmente en 2020 logró recolectar las muestras del vital componente cósmico para traerlas a la Tierra.
La gran expedición, llegó a su fin este domingo cuando las primeras muestras del cuerpo celeste obtenidas por la NASA, cayeron en paracaídas en el desierto de Utah, Estados Unidos, a las 08.52 hora local.
Se trata de la primera vez que la agencia espacial norteamericana consigue traer a la Tierra las muestras de un asteroide. Unas cuatro horas antes que la cápsula aterrizara en una remota extensión de terreno militar, había sido lanzada desde la nave nodriza, la Osiris-REX, a 100.000 kilómetros de distancia. En tanto, la nave madre, ya se encuentra en busca de un nuevo objetivo espacial.
Por su parte, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) consiguió en 2020 recuperar restos de un asteroide, aunque se trató de una cantidad mínima, no mayor que una cucharadita de polvo y rocas. En esta oportunidad, la NASA espera haber obtenido al menos 250 gramos de restos del asteroide Bennu, aunque los científicos no lo sabrán con certeza hasta que abran la cápsula dentro de dos días.
"Los asteroides son muy importantes porque son los desechos de cuando se formaron los planetas 4.500 millones de años atrás", explicó el científico argentino de la NASA, Lucas Paganini y aseguró que podría proporcionar información de suma importancia para cuestionamientos que intrigan hace años a toda la humanidad, como el origen de la vida y sobre la formación del sistema solar hace unos 4.500 millones de años.
"Son como cápsulas del tiempo, equivalentes a fósiles de dinosaurios que nos permiten saber qué estaba ocurriendo hace millones de años. En este caso, con nuestra misión, estamos viajando miles de millones de años atrás en el tiempo", aseguró el científico.