La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció que el próximo jueves 10 de abril, los colectivos en el AMBA funcionarán con normalidad, a pesar del paro general que convocoó la CGT.
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Esta decisión generó cierta controversia dentro del movimiento sindical y puso de manifiesto la falta de coordinación entre los gremios más influyentes.
Aunque el sindicato liderado por Roberto Fernández se adhiere formalmente a la huelga, no interrumpirá el servicio debido a una conciliación obligatoria que impuso el Gobierno nacional la semana pasada, en medio de las negociaciones salariales que están estancadas con las empresas del sector.
.jpeg?cw=807 "Se levantó el paro de transporte para el 10 de abril y habrá colectivos a pesar del paro general de la CGT")
Los colectivos circularán con normalidad: la UTA no se suma al paro general
“Tenemos una conciliación vigente y no podemos arriesgarnos a violarla. Es un tema legal y no político”, explicaron desde la UTA. Según indicaron, los asesores legales del gremio recomendaron respetar esta medida para evitar sanciones.
Incluso advirtieron que si no cumplen con lo establecido, el sindicato podría ser intervenido. Sin embargo, detrás de esta explicación técnica, también hay una tensión política.
Desde la dirección de la UTA expresaron su descontento por haberse enterado del paro a través de los medios y no por una convocatoria previa de la CGT. “Nos llamaron después del anuncio, cuando ya estaba todo decidido”, se quejan.
La Fraternidad, el sindicato que agrupa a los maquinistas de trenes, también expuso su descontento por la forma en que se comunicó esta medida de fuerza.
El trasfondo es claro: el paro general se lanzó sin consultar a dos de los gremios que manejan los principales servicios de transporte del país.
Así, el 10 de abril habrá paro, pero en las calles, los colectivos funcionarán como cualquier otro día. Y esto, en la práctica, le resta fuerza a la medida de protesta que intenta liderar la CGT.
