A la espera de las vacunas contra el Coronavirus que se encuentran en fase tres y poner en marcha la campaña de vacunación más grande de la historia del país, Argentina deberá importar jeringas ya que durante en Gobierno de Mauricio Macri cerraron cinco fábricas dedicadas a este tipo de insumos.
El Gobierno tuvo que aprobar una contratación de emergencia para poder realizar la compra de 20 millones de jeringas descartables, algo que se hubiera evitado y ahorrado el dinero de no haber cerrado esas plantas productoras.
La última que cerró fue Productos Médicos Descartables en 2018 (PMD), una pyme que estaba ubicada en la localidad bonaerense de Morón, la cual en su mejor momento llegó a producir alrededor de 9 millones de jeringas en un mes. Contaba con 120 empleados y capacidad para producir del 35%.
En el 2016 comenzó la debacle, no pudieron pagarle los sueldos a sus trabajadores, impuestos y proveedores. Tuvieron que vender máquinas para saldar deudas y sin embargo no alcanzó para evitar el cierre de la empresa.
El exgerente de la fábrica, Enrique Lisjak, dialogó con el periodista Mauro Fulco para C5N y explicó que en ese momento se hizo muy difícil sostener las ventas debido a la llegada de la competencia china, la cual vendía sus productos al 45% del valor que cuesta fabricarlos en el país.
Otro factor que fue preponderante en el cierre de las fábricas fue el aumento de los servicios. Lisjak aseguró que las tarifas aumentaron un 600%. ""El 0,5 del costo del producto pasó a ser 3%", remarcó.
Por último, el exdueño confirmó que de no haberse cerrado la empresa producto del macrismo, podrían llegar con la producción de jeringas que se necesitan para la inmunización de la población contra el coronavirus. "En 2 ó 3 meses hubiéramos producido 20 millones de vacunas", confirmó.