A 40 años del primer diagnóstico positivo comenzó a intensificarse la prueba con la vacuna para prevenir el VIH. En ese marco, se realizará un trabajo con 3800 voluntarios dentro de un estudio controlado que se desarrolla en la Argentina, Perú, México, Brasil, Estados Unidos y tres países de Europa.
El ensayo cuenta con una parte de voluntarios que reciben placebo y se realiza mediante el método de doble ciego: el personal médico involucrado y el voluntario no tienen posibilidad de saber si lo que se aplica es una vacuna o un placebo hasta que termine el estudio.
En Argentina se notifican alrededor de 5000 casos positivos de VIH por año y es uno de los países con una tasa de las más elevadas de Latino América.
La vacuna que está en prueba requiere de cuatro dosis. Las inoculaciones se dan en un período de tres meses entre ellas. En ese lapso de tiempo, voluntarios inoculados serán evaluados para verificar el nivel de protección y de inmunización que logran sus organismos contra el virus.
Hasta el día de la fecha se han probado más de 100 compuestos diferentes desde el inicio de la pandemia y sólo uno de ellos logró resultados contundentes en relación a la protección.
En las últimas pruebas que se realizaron en el Sudeste asiático sus resultados fueron muy flojos, ya que poco más de un tercio mantuvo la protección contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana, valor completamente insuficiente para arrojar un resultado positivo.
Para esta ocasión, el ensayo llega con más optimismo y se probará hacerlo en dos continentes para poder contrarrestar a las nueve tipo de variantes que presenta el VIH, aunque todas terminan afectando de manera directa al sistema inmune del ser humano.
Según explica la web del estudio que se lleva a cabo en el país, si esta vacuna se prueba eficaz, ayudaría a prevenir la infección de VIH con un estímulo a la reproducción de anticuerpos.