La movilización masiva del mes pasado en respaldo a la Universidad de Buenos Aires, convocada para exigir una actualización presupuestaria en medio de la creciente inflación y el ajuste del Gobierno, generó un cambio notorio en la dinámica entre ambas partes. Tras la convocatoria, las autoridades nacionales se reunieron con líderes universitarios, específicamente de la UBA.
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Casi un mes después de la marcha en Plaza de Mayo, el Gobierno finalmente desbloqueó fondos para asegurar el funcionamiento de la UBA, un reclamo primordial de la institución. Sin embargo, otras universidades del país aún mantienen su reclamo, ya que no recibieron una asignación proporcional de fondos.
En conversación con el medio Infobae, el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, anunció que el Consejo Superior de la institución decidió poner fin a la emergencia económica declarada en abril. Sin embargo, hizo hincapié en que seguirán presionando por una mejora salarial para los docentes e investigadores, al tiempo que respaldarán la solicitud de las demás universidades del país para una distribución justa de los fondos.
La UBA apoyará el reclamo de las 60 universidades del país por el presupuesto
“El Gobierno reconoció la actualización de los gastos de funcionamiento como lo pedía la Universidad, un promedio del 300%. Esos gastos, si no se actualizaban, directamente no permitían pagar los servicios básicos. Eso el Gobierno sí lo hizo, vale la pena reconocerlo., expresó Yacobitti.
Además, sumó que esto se logró gracias al respaldo de las cientos de miles de personas que salieron a las calles en defensa de las universidades públicas en la Marcha Universitaria Federal: "Los grandes protagonistas de este logro son toda la sociedad, todos los sectores que se movilizaron de manera masiva y plural, y dijo que estaba dispuesto a defender la universidad pública”.
A pesar de este avance para la UBA, la disputa persiste en el resto del país. Al menos 60 instituciones continúan exigiendo que el Estado transfiera los fondos necesarios para garantizar su normal funcionamiento y la impartición de clases.
“Estamos en plenas negociaciones para obtener una asignación equitativa de fondos. Si no se llega a un acuerdo, enfrentaremos serios problemas", advirtió Víctor Moriñigo, rector de la Universidad Nacional de San Luis y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
En este sentido, Yacobitti, también dirigente de la UCR, reconoció que el acuerdo benefició a la UBA, pero reiteró que el reclamo se extiende a todo el sistema universitario del país: "Tal vez la UBA, por una cuestión de volúmen es la que tiene mahyor repercusión, pero para nosotros es importante que el resto de las universidades puedan funcionar”.
Movilización histórica: Más de un millón de personas en las calles por la Marcha Federal Universitaria
Estudiantes de la UBA, así como de otras instituciones públicas y privadas, se congregaron en una marcha que partió desde Plaza Houssay hasta el Congreso, para luego dirigirse hacia Plaza de Mayo. Simultáneamente, se registraron movilizaciones en Rosario, Córdoba, La Plata y diversas ciudades importantes de Argentina.
En el contexto de la Marcha Nacional Universitaria, se desataron manifestaciones multitudinarias en todo el país, con una asistencia impresionante en Córdoba, donde se congregaron más de 75 mil personas. En Buenos Aires, las concentraciones comenzaron en varias sedes universitarias, con la intención de dirigirse hacia Plaza Houssay, desde donde partiò la marcha hacia el Congreso y luego hacia Plaza de Mayo.
Además del respaldo unificado de las universidades nacionales, los centros de estudiantes y el personal docente y no docente, la marcha recibió apoyo político de diversos sectores fuera del ámbito universitario. Entre ellos destacan la Confederación General del Trabajo (CGT), las dos ramas de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma), el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), el Partido Justicialista (PJ) y la Unión Cívica Radical (UCR).
Se dio a conocer el número de alrededor de medio millón de personas en el centro porteño que participaron de la Marcha Federal Universitaria, movilización que tuvo como objetivo principal defender la universidad pública y gratuita, que se encuentra en emergencia debido al congelamiento presupuestario implementado por el gobierno de Javier Milei.
El clima político se había calentado desde la semana pasada, cuando las universidades nacionales comenzaron a declararse en emergencia, siendo la Universidad de Buenos Aires (UBA) el principal símbolo de esta manifestación.
La concentración principal tuvo lugar en la CABA, donde convergieron columnas de manifestantes procedentes de diversas zonas de la capital y del conurbano bonaerense. La marcha también se replicó en todas las provincias del país, con un alto nivel de participación, destacándose las movilizaciones en Córdoba, Rosario y Santiago del Estero.
Cientos de miles de personas se desplazaron desde el Congreso de la Nación hacia Plaza de Mayo, donde se había instalado un escenario frente a la Casa Rosada. Se supo que Milei se retiró del lugar poco después de las 14 horas, antes de la llegada de la multitudinaria manifestación que colmó las calles de la capital.