El precio del pan vuelve a escalar en el área Metropolitana de Buenos Aires y especialmente en el conurbano bonaerense. En este caso, la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN) y otras federaciones del sector anunciaron un incremento del 12% a partir del 1 de abril, una medida que responde al fuerte aumento de los costos de producción a nivel nacional: insumos, tarifas de servicios públicos y combustibles.
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"Tuvimos que tomar la decisión debido a los constantes aumentos que venimos sufriendo en las materias primas, los insumos, combustibles y las tarifas de los servicios públicos", explicó Martín Pinto, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Merlo y referente de la CIPAN. Además, Pinto advirtió que la situación es crítica y no descartó nuevos aumentos en el corto plazo, reflejando la incertidumbre que vive el sector.
El aumento de precios se da en un contexto de escalada inflacionaria que impacta de lleno en los costos de producción. Raúl Santoandré, titular de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (FIPPBA), detalló que el precio de la harina, un insumo fundamental, aumentó un 10% en las últimas semanas. A esto se suma el alza del precio del cajón de huevos, que pasó de $50.000 a $80.000 en apenas quince días.
"El precio del kilo de pan debería estar alrededor de los $4.000. De golpe nos aumentaron los insumos y siguen aumentando. Los panaderos somos rehenes de los proveedores", lamentó Santoandré, describiendo la difícil situación que enfrentan los comerciantes.
Esta suba de costos coincide con una preocupante caída en el consumo, que agrava aún más la crisis del sector. Según estimaciones de las panaderías, las ventas han disminuido hasta un 45% en algunos establecimientos. Esta fuerte contracción de la demanda ha obligado al cierre de al menos 170 panaderías en la provincia desde diciembre pasado, según datos de las propias federaciones. "Hace un año que no aumentábamos nuestros productos, pero la verdad es que ya era insostenible. Queremos tratar de evitar cierres de panaderías y pérdida de fuentes de trabajo", señaló Pinto, evidenciando la desesperación del sector por mantenerse a flote.
El panorama se oscurece aún más con el reciente ajuste en las tarifas de electricidad, autorizado por el gobierno provincial a través de la Resolución 215/25. La medida, que entrará en vigencia entre abril y mayo, implica un incremento del 2,4% en las facturas de luz de comercios y hogares bonaerenses. Sin embargo, según fuentes del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia, el ajuste tarifario responde a la actualización de los precios mayoristas de la energía definidos por el Gobierno nacional, así como a un aumento en el Valor Agregado de Distribución (VAD), de competencia provincial.
Mientras los panaderos advierten sobre el impacto devastador de la crisis, los consumidores también sufren el peso de los aumentos en sus bolsillos, con el poder adquisitivo cada vez más debilitado. La combinación de suba de insumos, caída del consumo y tarifazos configura un escenario sombrío, sin perspectivas claras de mejora a corto plazo.
La preocupación en el sector panadero es palpable, y no se descartan medidas de protesta para visibilizar la gravedad de la situación. Por ahora, el aumento del 12% es un hecho, pero la persistente inflación y la falta de medidas de apoyo podrían desencadenar una escalada de precios aún mayor en los próximos meses.