Hace una semana, Boca se enfrentó a Corinthians por la anteúltima fecha de la Copa Libertadores. En dicho compromiso, los hinchas del Timão, quienes se ubicaron en la tercera bandeja sur que da al Riachuelo, grabaron gestos racistas del Xeneize. Esto derivó en un reclamo del club brasileño y una posterior sanción de la Conmebol.
La Confederación Sudamericana publicó una notificación, firmada por Eduardo Gross Brown, e impone “una multa de 30.000 dólares por la infracción a los artículos 9 y 17 del Código Disciplinario de la CONMEBOL. El monto de esta multa será debitado automáticamente del monto a recibir por el Club de la CONMEBOL en concepto de derechos de Televisión o Patrocinio”.
¿Qué pasaría si sucede nuevamente?
En el mismo comunicado informa: “En caso de reiterarse cualquier infracción a la disciplina deportiva de igual o similar naturaleza a la que ha traído causa el presente procedimiento será de aplicación lo dispuesto en el Art. 31 del Código Disciplinario de la CONMEBOL, y las consecuencias que del mismo se pudieran derivar”.
Ante una reincidencia, la pena podría incluir uno o más encuentros a puertas cerradas o el cierre parcial de tribunas para el equipo cuyos hinchas protagonicen estos actos discriminatorios.