El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se sumó el martes a las protestas de los trabajadores del sector automotriz en el Estado de Michigan, quienes llevan a cabo una huelga desde el pasado 15 de septiembre.
"Se merecen el significativo aumento que necesitan", dijo Biden a través de un megáfono, mientras caminaba a lo largo del piquete, con una gorra de béisbol del sindicato United Auto Workers (UAW) y saludaba a los trabajadores.
La Casa Blanca calificó la visita como un hecho "histórico" ya que, Joe Biden se convirtió en el primer presidente estadounidense en apoyar una protesta sindical. "Sigan firmes", alentó y apoyó la demanda del sindicato de un aumento del 40%.
Su arribo al lugar ocurrió un día antes de que Donald Trump, ex mandatario y principal candidato republicano a la presidencia, se dirija a los trabajadores del sector automovilístico en Michigan. En este sentido, se nota la importancia del apoyo sindical de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
El demócrata desembarcó en un almacén de distribución de repuestos de General Motors ubicado en un suburbio al oeste de Detroit, la ciudad más grande del estado y conocida por su industria automotriz, y animó a los trabajadores a seguir luchando por mejoras salariales.
A pesar de la preocupación por los daños a la economía que podría provocar una huelga prolongada, el mandatario se puso del lado de los trabajadores al señalar: "Wall Street no construyó este país, la clase media trabajadora lo hizo".
También participó de la protesta el presidente de la UAW, Shawn Fain, quien lo acompañó en la limusina presidencial hasta el piquete. “Gracias, señor presidente, por venir a apoyarnos en este momento”, dijo Fain, quien aseguró que el sindicato está involucrado en una “especie de guerra” contra la “codicia corporativa”.
"Las empresas tenían problemas, ahora les va increíblemente bien. ¿Y saben qué? A ustedes también debería irles increíblemente bien", remarcó Biden, en referencia al rescate de los fabricantes de automóviles en 2009, que incluía recortes salariales.
Los motivos de la huelga
Una parte de las quejas de los trabajadores incluye preocupaciones sobre una transición más amplia a los vehículos eléctricos. Esto es, que el alejamiento de los vehículos propulsados por nafta preocupó a algunos trabajadores porque las versiones eléctricas requieren menos gente para fabricarlas y no hay garantía de que las fábricas que los producen estén sindicalizadas.
Por otro lado, las tres empresas con sede en Detroit - General Motors, Ford y Stellantis - presentaron propuestas que ofrecían un aumento salarial del 20% durante la vigencia del convenio, pero mantenían la semana laboral de 40 horas.
El sindicato United Auto Workers (UAW) exige un aumento salarial combinado del 46% a lo largo de los cuatro años de duración de un nuevo convenio, así como una semana laboral de 32 horas con un salario de 40 horas.
Esta es la primera vez en la historia que se convoca una huelga a la vez en las fábricas de las tres principales empresas automovilísticas.
