The Devil Wears Prada regresa a la Argentina en el marco de su gira por Latinoamérica este 2025.
El conjunto se presentará el 14 de agosto en El teatrito.
Las entradas estarán a la venta a partir del jueves 6 de febrero a las 12 del mediodía en la web oficial de Passline en este enlace.
The Devil Wears Prada: Entre la Evolución Musical y la Influencia Literaria
Uno de los momentos más sorprendentes en la carrera reciente de The Devil Wears Prada sido la recepción de su colaboración con Excision y Wooli. "Cuando lanzamos la versión original, no sabía cómo la gente iba a reaccionar", confiesa Jeremy. "Es una canción de dubstep y nosotros simplemente estamos ahí, pero resultó muy bien". Lejos de quedarse con la versión original, la banda adaptó el tema para tocarlo en vivo, asegurándose de que su ejecución tuviera la misma intensidad que caracteriza sus presentaciones. La decisión de incluir a Lolo en una nueva versión demostró ser un acierto: "Ella la rompió, es increíble y el recibimiento sido espectacular. Es nuestra canción más reproducida todos los días".
El proceso de escritura de The Devil Wears Prada variado a lo largo de los años, desde improvisaciones en el estudio hasta la colaboración en laptops antes de llevar las canciones al grupo. "Trabajamos con productores muy involucrados y otros más distantes. Hemos hecho EPs conceptuales... pero creo que lo más grande fue la pandemia, que nos obligó a replantearnos qué es lo más importante en una canción", explica Jeremy. "Si una canción funciona con solo un piano y la letra resuena, cualquier otra cosa que agreguemos la hará aún mejor". Para ellos, el elemento clave es que la música "haga cosquillas al oído": si no genera esa reacción, simplemente no vale la pena.
Para Mike Hranica, la literatura es el motor principal de su proceso creativo. "La literatura es lo que más me influenciado. Es lo que me habló cuando era niño y lo que me llevó a unirme a The Devil Wears Prada cuando tenía 16 años. Me gustaba escribir letras y sentía que podía hacerlo en una banda". Esta pasión se extiende más allá de la música: "Influye en todo lo que hago, ya sea escribir, trabajar la madera o crear arte".
A pesar de su dedicación a la banda, los miembros de The Devil Wears Prada exploran otros caminos creativos. Mientras Hranica se sumerge en la literatura y otros proyectos artísticos, Jeremy equilibra la gestión del grupo con ideas de colaboraciones externas. "Tenía un proyecto paralelo que trabajé bastante, pero al final muchas de esas ideas terminaron en nuestro último álbum, Color Decay, así que lo dejé de lado". Sin embargo, la posibilidad de un futuro trabajo con su novia, quien también es música, sigue latente: "Sería divertido, pero estamos tan ocupados que cuando llegamos a casa, solo queremos ver TV".
Incluso fuera de la música, el entretenimiento sigue siendo una parte importante de sus vidas. "Acabamos de ver The Jinx, porque mi novia nunca la había visto. También vi Baby Reindeer. Fue una locura", cuenta Jeremy.