La prohibición del lenguaje inclusivo en los colegios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sigue dejando tela para cortar. Ahora fue Verónica Llinás quien se metió de lleno en la polémica y dio su opinión.
En diálogo con Luis Bremer en "Mediodía 750" al aire de AM750, la actriz protagonista de la obra teatral "Dos locas de remate", aseveró en relación al veto del lenguaje inclusivo de la Ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña: "Prohibir me parece un disparate atómico y espantoso. Que cada uno hable como se le canten las huevas".
Si bien la intérprete aseguró que ella no utiliza habitualmente este giro en la denominación, sino la a y la o, entendió importante la posibilidad lingüística para que identidades no binarias sean incluidas.
El gobierno porteño prohibió el lenguaje inclusivo en las escuelas
En una medida insólita y extrema, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través del Ministerio de Educación de Soledad Acuña, prohibió el uso del lenguaje inclusivo, en todos los niveles educativos de las escuelas del distrito. La medida regirá tanto para las escuelas públicas como las privadas.
Según los medios que dieron a conocer la norma, el textual reza: “Establézcase que en el ejercicio de sus funciones, los/as docentes deberán desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza".
En este sentido, "todas las expresiones con la “e”, la “x” y el “@” quedan prohibidas más allá de en diálogos informales como en los recreos o en las salas de profesores".
La ministra de Educación, Soledad Acuña, expresó: “Sabemos que el lenguaje va mutando y no somos ajenos a eso, pero ese tipo de distorsiones generan dificultad para aprender las reglas gramaticales y básicas de la lengua. Es algo que venimos trabajando con especialistas y si bien no hay evidencia porque aún todo es muy nuevo, coincidimos en que va en contra del aprendizaje. Nosotros tenemos la obligación de enseñar el uso correcto de la lengua. Después los chicos son personas libres y pueden adecuarlo como crean conveniente”.
Según sostiene Acuña, la presencia del lenguaje inclusivo en las escuelas no es marginal. Al contrario asegura que está cada vez más presente, en especial en los carteles que se despliegan en los colegios y considera “ambientes alfabetizadores que, en lugar de reforzar la adquisición del lenguaje, generan confusión”.
En este sentido, el ministerio distribuyó entre las escuelas una guía destinada a cada nivel para que los docentes y directivos tengan un marco de referencia a la hora de trabajar la inclusión desde el lenguaje. Allí recomiendan, por ejemplo, que en vez de “chiques” se diga “los chicos y las chicas” o referirse a “las familias” en lugar de “los padres”.
Repudio generalizado
Claramente la medida va a contramano de lo que sucede en las escuelas, en donde maestros, alumnos y toda la comunidad educativa en su conjunto, fueron adaptando el lenguaje a las necesidades de los tiempos que corren, intentando respetar las identidades de sus integrantes, sobre todo de los alumnos.
La justificación que esbozan desde la cartera educativa porteña, es que recientemente se obtuvieron los resultados de unas pruebas que se realizaron a nivel distrital, y evaluaron que hay un nivel bajo en gramática y sintaxis. En este sentido indicaron que el lenguaje inclusivo es un obstáculo en la correcta comprensión del lenguaje y sus diversas expresiones.
Si bien la noticia es muy reciente, se espera que en el día de mañana los principales gremios educativos de la Ciudad como UTE CTERA, expresen su rechazo y tomen medidas por la nueva norma que restringe la libertad de expresión y excluye a muchos ciudadanos y ciudadanas.