Este domingo, un avión de la empresa Yeti Airlines se estrelló contra un barranco y dejó un saldo de 68 personas fallecidas de un total de 72 tripulantes, entre ellos, un argentino cuya identidad aún no se logró reconocer.
El hecho sucedió en la ciudad de Pokhara, considerada como una localidad turística en el centro de Nepal según uno de los funcionarios más importantes de allí. El oficial de la policía, Ak Chhetri, aseguró en diálogo con la AFP que "Treinta y uno (cadáveres) han sido trasladados a hospitales" mientras que el resto, es decir, los otros 37 cuerpos fueron hallados en un desfiladero, cerca de donde ocurrieron los hechos.
Por otra parte, según el relato de un portavoz oficial del ejército, sólo se habían recuperado 29 cadáveres, mientras que los restantes aún eran buscados en la zona de la colisión. "El avión se estrelló en un desfiladero por lo que es difícil traer los cuerpos La búsqueda y el rescate están en curso. Todavía no se ha encontrado a ningún superviviente", explicó ante la AFP Krishna Prasad Bhandari.
Como si ésto fuera poco, de los tripulantes fallecidos, se encontraba un argentino, cuyo nombre aún no pudo ser descubierto. No era el único extranjero allí, ya que también había cinco indios, cuatro rusos, dos surcoreanos, un irlandés, un australiano, un argentino y un francés. El aeroplano era un modelo ATR 72 y se estrelló entre un precipicio comprendido por el viejo aeropuerto de Pokhara, el cual data de 1958 y el nuevo.
Según un funcionario local identificado como Gurudutta Dhakal, los servicios de rescate intentaban sofocar las llamas en el lugar del accidente para iniciar el rescate de los pasajeros. Por este motivo, el primer ministro nepalí, Pushpa Kamal Dahal, que acudió al lugar del accidente, dijo que el avión volaba desde la capital, Katmandú, a Pokhara, e instó al personal de seguridad y a la población general a que ayudaran en los esfuerzos de rescate.
Nepal y su inseguridad aérea debido a las alturas
El país asiático es considerado como el más inseguro para sobrellevar un vuelo debido a la falta de controles que existe para esto, hecho que llevó al país a tener graves sanciones a lo largo de la historia. Tiene una de las pistas de aterrizaje más remotas y complicadas del mundo, flanqueadas por picos nevados con aproximaciones que suponen un reto incluso para los pilotos más experimentados.
A su vez, los operadores aéreos garantizan que Nepal carece de infraestructuras para realizar previsiones meteorológicas precisas, especialmente en zonas remotas con terreno montañoso difícil, donde se han producido accidentes mortales en el pasado.
Hasta el momento, la tragedia aérea más grave ocurrió en marzo de 2018, cuando un avión de la aerolínea bangladesí US-Bangla procedente de Dacca se estrelló durante la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto internacional de Katmandú con 67 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo, dejando medio centenar de fallecidos.
