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Se recibió, emigró, pero se dió cuenta que su vida estaba en Argentina

Franco Presti es médico y partió en 2022, pero diversas cuestiones de la vida lo llevaron a dar nuevamente vuelta la hoja y retornar al país que lo vio crecer.

Viernes, 14 de abril de 2023 a las 12 40,

Por Thomas Dos Reis

Viernes, 14 de abril de 2023 a las 12 40,

Franco Presti tiene 23 años, se recibió de médico en diciembre de 2022 en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), y dos días después del gran festejo por su título emprendió viaje hacia Estados Unidos.

Aunque muchos lo ven como “salvación”, Presti asegura que “hay que vivir la experiencia en carne propia y sacar sus propias conclusiones sobre qué es lo mejor para cada uno”.

Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta que extrañaba a su país: “Estando afuera pude entender lo maravilloso que es la Argentina y muchas veces uno no se da cuenta”, le contó a TN.

El joven médico, nacido en Santiago del Estero, comparte algunas de sus vivencias en las redes sociales y, siempre que puede, difunde el mensaje de que no todo es fácil para los expatriados.

Luego de estudiar años de medicina en la Argentina, viajó a Estados Unidos para a trabajar lavando platos por 3000 dólares mensuales, de los cuales 700 los utiliza en sus gastos fijos, pero el resto lo puede ahorrar. Su historia se hizo viral a través de Tik Tok.

 Si bien económicamente le va bárbaro, “no cambia la forma de vida de la Argentina ni por toda la plata del mundo”.

“Yo era la primera persona que se quería ir del país. Toda mi carrera y todo lo que hice fue en base a irme. Pero, la única forma de darte cuenta si esto es para uno o no es yéndote”, aseguró y agregó que si bien muchos argentinos eligen irse por las difíciles situaciones por las que pasa el país, “emigrar tampoco es tan fácil”.

Además, detalló que “afuera pesa mucho lo social, la cultura, los amigos, la rutina, no hacer lo que a uno le gusta y entre tantas otras cosas que de a poco te van cambiando las ideas, no todo es tan malo en la Argentina como creemos”.

En cuanto a lo económico, añadió que hasta puede armarse un departamento en un mes con lo que gana, pero reflexionó: ¿para qué querés un departamento hermoso si no tenés con quién juntarte a tomar unos mates?”.

“Quizás llegás al trabajo y tus compañeros ni te saludan, no porque sean mala onda, sino porque no se acostumbra a saludarse y socializar como se hace en la Argentina. No existe eso y pesa muchísimo”, sentenció.

Y agregó que después de la experiencia adquirida en los últimos meses lejos de su hogar “prefiere estar en su país, con su cultura y sus amigos, a estar ganando fortuna en un país donde no se siente cómodo”.

Si bien le dieron la oportunidad de renovar su empleo por dos años, él tomó la tajante decisión de volverse en los próximos días: "Ya tengo mi pasaje de vuelta, ahora, en abril, no veo la hora de estar sentado en el avión”, sentenció.

EL PENSAMIENTO DE MUCHOS

La inestabilidad económica y la inseguridad, por mencionar algunos males que se viven en el país, son motivos por los cuales muchas personas deciden viajar y buscar una "mejor vida en el país". Por otro lado, están los que se van solo para conocer, pero sin la idea de quedarse. Es es caso de Franco.

Muchos emigrados temen de su decisión por diversas cuestiones, o se van del país envueltos en incertidumbre, pero para él todo fue diferente por el hecho de no se lo tomó de forma radical.

“Elegí Estados Unidos porque una pareja amiga venía a este lugar, decidí sumarme a ellos en la experiencia y siempre tuve la idea de irme al exterior a realizar la especialidad de mi carrera, pero antes de tomar una decisión quería conocer un poco más sobre las opciones”, sostuvo en una entrevista a La Nación.

 “Recién terminaba los estudios, era solamente algo temporal. Estando en Vermont nos ofrecieron tramitarnos los papeles para poder quedarnos a vivir, parecía una opción increíble en primer momento, cumplir el sueño americano, vivir afuera, ganar en dólares, poder comprar lo que uno quiera. Pero, las cosas no eran tan hermosas como parecían”, reflexionó.

Cuando se alejó a cientos de kilómetros fue cuando visualizó cosas que antes no veía. “Hacía rotaciones en el hospital y no me daba cuenta de lo lindo que era el día a día en mi país. Era la rutina de estudio, entreno, cosas de la casa y hospital, pero sin dejar de lado a los amigos, la familia, la parte social tan linda que tiene nuestra cultura”, enumeró.

"Estando en el exterior aprendí que es lo que no quiero en mi vida y que valoro, me di cuenta de la simpleza de las cosas. Yo entiendo que el país económicamente no ayuda para nada, día a día es más complicado estar bien económicamente y uno va teniendo menos poder adquisitivo, compra lo que puede y no lo que quiere. Pero hoy por hoy yo elijo luchar contra eso, no bajar los brazos y seguir intentando en nuestras tierras que a pesar de todo lo negativo hay muchas cosas hermosas por rescatar”, concluyó.

Fuentes: TN y La Nación.

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