Cuando parecía que el mundo lograba dominar al coronavirus gracias a las campañas de vacunación, una nueva cepa proveniente de África parece recordar que la pandemia aún no acabó. Se debe en parte a la distribución desigual de las vacunas contra el virus que no han llegado en demasía a los países del continente africano.
La variante Ómicron ya fue calificada como de “preocupación” por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es la última mutación de Covid-19 que se detectó. A su vez, los estudios sobre los primeros casos positivos dan cuenta de que tiene características diferentes a las otras variantes.
Especialistas de Sudáfrica aseguraron que en general los síntomas son leves: el 81% tuvo tos seca, fiebre, sudores nocturnos y dolores corporales intensos. A diferencia de la demás, los pacientes no presentaron pérdida del olfato ni del gusto, algo recurrentes en las que se conocían hasta el momento.
A su vez, destacaron que las personas vacunadas tuvieron menos síntomas y dificultades que aquellas que no, lo que demuestra la efectividad de las mismas contra la enfermedad una vez que ya estamos contagiados.