En los últimos meses se han intensificado las importaciones energéticas en todas partes del mundo como consecuencia del contexto internacional con la guerra en Ucrania como uno de los principales factores.
Un dato duro indica que las compras de energía alcanzaron el nivel más alto en 30 años, con un monto aproximado de 6.609 millones de dólares en el primer semestre del 2022.
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El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania aparece como el principal desencadenante, pero no es el único. Es que también los países han reducido drásticamente la oferta local de gas (y por ende internacionalmente) debido al incremento de la demanda interna de sus propios habitantes.
Las importaciones crecieron un 190% en el primer semestre comparado con el mismo período de 2021, según cifras oficiales. La anterior marca récord había sido registrada en el año 2013, con 6.413 millones de dólares de gasto en los primeros seis meses.
Debido a este fuerte incremento de la demanda, la balanza comercial energética creció un 654% en comparación al año pasado, lo que representó un aumento de 2.648 millones de dólares.
En nuestro país se ha podido dar cuenta de esta momentánea crisis de abastecimiento de gas en varios puntos. Se manifestó principalmente en la falta de gasoil y los reclamos de los sectores rurales. A raíz de esto Argentina importó gas desde Bolivia para cubrir la demanda y tras semanas críticas logró normalizar el abastecimiento propio.
Mientras tanto, los países más importantes de Europa toman medidas drásticas para ahorrar gas. En el caso de España, adoptó un plan de “ahorro y gestión energética” para controlar el uso de los aire acondicionado y la calefacción en comercios, edificios y estaciones de transporte.
La titular para para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, después de mantener una reunión con ministros, anunció: "En estos inmuebles se deberá mantener la calefacción en invierno como máximo a 19 grados y en verano como mínimo a 27 grados centígrados".
También, desde mayo, rigen otras medidas para dependencias públicas. Las mismas comprenden que los monumentos y las vidrieras de negocios apaguen sus luces a las 22 horas, al tiempo que a partir de la próxima semana se exigirá el cierre automático de puertas en espacios climatizados y se fomentará el teletrabajo para "ahorrar en desplazamientos y consumo térmico de los edificios",
El presidente de España, Pedro Sánchez, dijo: "Ahorrar energía es una tarea de todos y es prioritario".
Por otro lado, el Gobierno de Francia aconsejó a las familias y empresas a hacer “pequeños gastos” y a desconectar los aparatos energéticos mientras no se usen y cualquier medio que permitan el ahorro en el consumo de energía. Los locales con aire acondicionado no podrán tener las puertas abiertas y se exponen a una fuerte multa.
Otra importante nación que tomó medidas fue Alemania, que le pidió a su población “acostumbrarse” a las duchas frías o a bañarse “no más de dos veces por semana”, algo que a simple vista suena descabellado. Fuentes gubernamentales indicaron que el racionamiento del consumo es “inevitable” y durante la noche ordenaron apagar gran parte de los semáforos y el alumbrado público.