Esta semana, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), dio un nuevo e importante paso en la Misión SABIA-Mar, que pondrá en órbita un nuevo satélite de fabricación argentina en el espacio, que se utilizará para la observación y estudio del mar y la Costa Argentina, además de otros países de América del Sur.
Dicho avance se refiere al exitoso ensayo realizado esta semana en la sede de INVAP de Bariloche, Río Negro, donde se pudo corroborar el correcto despliegue de los paneles solares, responsables de proveer energía eléctrica al satélite cuando esté en su órbita.
Según la información oficial, el objetivo principal de la Misión SABIA-Mar es proveer información y productos para el estudio de la productividad primaria del mar, los ecosistemas marinos, el ciclo del carbono, la dinámica de las aguas costeras, el manejo de recursos pesqueros y la calidad del agua en costas y estuarios. El lanzamiento está planificado para el año 2023.
En este marco, el Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, Raúl Kulichevsky, brindó algunas declaraciones y aseguró: "es importante para la Argentina contar con el desarrollo de un satélite con tecnología avanzada para el estudio del mar y el océano, que va aportar conocimientos valiosos para el cuidado de nuestros recursos y con impacto en los sectores científico y productivo”.
Por otro lado remarcó que esta Misión satelital va a participar de manera activa en la iniciativa Pampa Azul, una política de Estado dirigida a promover el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la innovación productiva en el Atlántico Sur.
En tanto sobre la prueba de los paneles solares que se realizó esta semana, el jefe adjunto del proyecto SABIA-Mar de la CONAE, Leonel Garategaray, afirmó: "La prueba que realizamos esta semana en INVAP sirvió para verificar el funcionamiento de la estructura y los mecanismos de los paneles solares durante su despliegue, simulando la condición de gravedad cero. Es la primera vez que se realiza un ensayo sobre el modelo de vuelo, en el marco de la Misión (hasta ahora se habían hecho pruebas de ingeniería y desarrollo) y resultó exitoso, como se esperaba”
Además fuentes del proyecto satelital informaron SABIA-Mar llevará a bordo un conjunto de cámaras sensibles a los rangos de luz visible e infrarrojo, además de un sistema para la recolección de información de plataformas terrenas localizadas en zonas remotas y un detector de partículas de alta energía para la detección de la radiación espacial.
Carolina Tauro, investigadora principal de la CONAE, indicó: “Las principales aplicaciones son para medir la radiancia emergente de la superficie del mar, cantidad que se relaciona con la composición del agua. A partir de esta se puede obtener la concentración de clorofila a, el pigmento más abundante que poseen las algas en el océano, que es un indicador de la cantidad de fitoplancton, las algas microscópicas que constituyen el primer eslabón de la cadena trófica marina, por lo que se relaciona directamente con la presencia de peces”