El diputado Eduardo Valdés intervino en la reunión de la comisión de Peticiones, poderes y reglamentos que analiza la visita de los diputados a los genocidas condenados a prisión por crímenes de lesa humanidad en el penal de Ezeiza: "Le quiero creer al presidente Milei cuando dijo que esta no es su agenda. Yo estoy en contra de todo juicio político a un presidente elegido democráticamente por los argentinos. Pero corresponde que le pidamos juicio político a la vicepresidenta Villarruel por lo que ha hecho en el día de ayer", indicó.
Con un claro perfil negacionista, la vicepresidenta encabezó un acto en el Senado el último partes para anunciar la reapertura de las cusas contra “las víctimas del terrorismo”.
En ese sentido, Valdés sostuvo: "Me da mucha vergüenza que estemos debatiendo estás cosas. Que la vicepresidenta use el Senado para volver a poner arriba de la mesa una visión de la historia que ya ha sido superada por nuestra democracia".
Por otro lado, Valdés indicó que "la palabra 'desaparecido' es un triste aporte de la argentina al mundo", porque "cuando hacen cursos y formación en materia de seguridad, le llaman 'muerte argentina'".
La brutalidad del terrorismo de Estado
El diputado también presentó datos históricos para contextualizar la magnitud de la represión: "En 1979, para EEUU, la lista entera de los desaparecidos eran 22,601 a manos del ejército, según un informe del batallón 601. Fueron materiales desclasificados en los Estados Unidos. Un año antes el número era de 13,000. La represión siguió hasta el 83", explicó Valdés.
En otro pasaje de su intervención, Valdés destacó que en 1980 el Comité Nobel otorgó el Premio de la Paz a Adolfo Pérez Esquivel, un argentino secuestrado y torturado, y remarcó el valor de los testimonios de las Madres, Abuelas y otros familiares de las víctimas: "Hemos escuchado a las Madres, las Abuelas, los hijos, los familiares. Son relatos que uno no quisiera escuchar, pero son la realidad".
Concluyendo su discurso, Valdés pidió un firme rechazo de los crímenes de lesa humanidad en el recinto legislativo: "Tenemos que hacer un repudio en el recinto porque son crímenes de lesa humanidad". También condenó la represión a los jubilados y el uso de gases lacrimógenos, que calificó como veneno: "Repudio la represión a los jubilados. Tenemos que terminar con los gases que llaman pimienta, pero son veneno".