El gobierno brasileño, bajo la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, anunció una serie de nuevos programas destinados a abordar el persistente desafío de la falta de tierras para campesinos sin terreno. Este ambicioso plan busca revitalizar la reforma agraria y fortalecer aún más el sector de la agricultura familiar en el país.
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Según afirmó el mandatario "es un viejo problema de Brasil", destacando la necesidad de colaborar estrechamente con gobernadores y alcaldes para identificar tierras disponibles que puedan ser asignadas a nuevos asentamientos. El objetivo es proporcionar a las personas al menos dos o tres hectáreas de tierra para que puedan cultivar sus propios alimentos.
Los programas anunciados tienen como objetivo asignar tierras, tanto públicas como privadas y abandonadas, a alrededor de 295.000 familias de campesinos en un plazo de dos años. Además de la asignación de tierras, se ofrecerán créditos públicos a tasas preferenciales para la adquisición de maquinaria y semillas, con el fin de fomentar la producción agrícola.
El gobierno brasileño también se comprometió a comprar parte de la producción de los campesinos, fortaleciendo así la agricultura familiar y garantizando un mercado para sus productos. Esta producción será destinada a programas de alimentación en escuelas, hospitales y otros sectores gubernamentales.
La agricultura familiar desempeña un papel crucial en la seguridad alimentaria de Brasil, siendo responsable de cerca del 30% de la producción total de alimentos en el país. Esta iniciativa busca no solo proporcionar tierras y recursos a los campesinos, sino también impulsar la economía rural y promover el desarrollo sostenible en todo el país.
Durante los últimos años, la política de reforma agraria en Brasil se vio limitada con un enfoque principalmente en la entrega de títulos de propiedad a campesinos ya asentados. Sin embargo, bajo la nueva administración, se espera un renovado impulso hacia una reforma agraria más integral y progresiva, que beneficie a aquellos que más lo necesitan en las zonas rurales del país.
Brasil: Lula da Silva convertirá inmuebles abandonados del Estado en viviendas populares
El mandatario brasileño lanzó el programa "Democratización de los Inmuebles del Estado". Más de 3.500 terrenos vacíos serán destinados a proyectos sociales como viviendas, escuelas, hospitales y parques.
El presidente de Brasil, Luis Inácio "Lula" da Silva, inició la última semana de febrero con el lanzamiento de un programa que permitirá convertir los inmuebles abandonados que sean propiedad del Estado en viviendas populares o destinarlos a otros proyectos sociales, como escuelas, hospitales y parques. "Hoy anunciamos Imóvel da Gente, un programa del gobierno federal que asignará propiedades de la Unión en beneficio de la población", escribió el mandatario en sus redes.
El programa, llamado "Democratización de los Inmuebles del Estado", fue presentado en un acto desarrollado en el Palacio presidencial del Planalto y, según detallaron, fueron identificados cerca de 3.700 terrenos vacíos, edificios desocupados o infraestructuras abandonadas que podrán ser destinados al proyecto.
Además, entre los inmuebles identificados para ser utilizados por el Estado nacional, en conjunto los estados y municipios brasileros, figuran edificaciones públicas invadidas por organizaciones que luchan por la reforma urbana, cuya ocupación podrá ser regularizada. En el listado de terrenos, también se encuentran aeropuertos que están inutilizados en la actualidad.
Según afirmó el mandatario, el nuevo programa de viviendas "funcionará mejor con una gestión participativa, integrada y alineada con las necesidades locales de los estados y municipios en diálogo con el gobierno federal".
Vale destacar que, a pesar que el decreto que instituye formalmente el proyecto solo fue firmado este lunes, la gestión de Lula da Silva comenzó a implementar esta iniciativa desde enero de 2023, cuando el líder progresista asumió su tercer mandato como jefe de Estado.
"Hoy anunciamos Imóvel da Gente, un programa del gobierno federal que asignará propiedades de la Unión en beneficio de la población. Viviendas populares, nuevos espacios de apoyo a políticas públicas, escuelas, centros de convenciones, por ejemplo, se construirán en edificios vacíos que no tienen ninguna función social", celebró Lula.
Por su parte, la ministra de Gestión Pública, Esther Dweck, explicó que desde el inicio del gobierno recibió la orden de Lula de identificar los inmuebles que pueden ser aprovechados para la construcción de barrios o viviendas populares y darles un uso social y declaró que el Gobierno anterior, a cargo de Jair Bolsonaro, "lo que estaba haciendo era vender esos terrenos y edificaciones, muchas veces por precios cuestionados".
"Lo que nosotros haremos es darles un destino social correcto", afirmó la funcionaria. Al mismo tiempo, explicó que su cartera identificó inicialmente 509 inmuebles gestionados por organismos del gobierno en 200 municipios, de los que 68 pueden ser convertidos en parques o instalaciones culturales o deportivas, 49 en escuelas, 26 en hospitales y 27 en comisarías.
Asimismo, agregó que la cartera que lidera identificó 3.213 inmuebles abandonados que son gestionados por el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) y que también pueden ser aprovechados.