Alberto Fernández sorprendió este domingo al publicar en las redes sociales y en YouTube el encuentro que tuvo con Elián Ángel Valenzuela, conocido popularmente como L-Gante. El mandatario recibió al joven cantante en la Quinta de Olivos y participaron del encuentro Tamara Báez, su novia, y Jamaica, su hija recién nacida. La primera dama Fabiola Yañez también estuvo presente.
En la distendida charla que mantuvieron intercambiaron ideas y experiencias sobre música, sobre la escena artística y acerca de la realidad social en el marco de la pandemia. El artista habló sobre las ganas que tiene de estudiar una carrera universitaria, su pasión por comunicar mensajes sociales a través de la música y sus visiones sobre la política.
L-Gante le dijo al presidente: "Para mí es un gusto. Me recibieron y me trataron de diez. Es como: ‘Mirá a dónde llegué". Alberto le respondió: "Llegaste por tu mérito. Tenés que estar muy orgulloso de esto. Sos un flor de tipo. Nunca pierdas tu humildad, tu amor por tu vieja, tu amor por tu mujer. Nunca te olvides que tenés un talento natural. Usalo bien. No todo el mundo puede llegar al otro como llegás vos".
En otro pasaje de la charla conversaron sobre la canción del joven en la que repasa el abecedario como modo de ayuda para que los niños lo aprendan. "Hasta a mí se me pegó", admitió el mandatario tras cantar un fragmento del tema.
Además, Fernández le preguntó por el significado de "cumbia 420". "Es por la marihuana. Yo quiero naturalizar que los jóvenes no tengan miedo a la hora de hablarlo con alguien mayor". En ese momento entró a la sala Claudia, la madre del chico de 21 años.
"Tenés un hijo espléndido", la elogió el jefe de Estado. "Le contaba que yo soy amigo hace muchos años de los Calamaro y vine con ganas de conocerte por todo lo que dijo Javier", sostuvo, a lo que el cumbiero respondió entre risas: "A mí también me decían que eras buenas onda. 'Andá tranqui que es re buena onda', me decían".
Para cerrar, el presidente hizo una reflexión sobre estos últimos meses: “Para mí la política es escucharnos. Yo no soy el dueño de la verdad, nadie lo es. Fueron tiempos difíciles, horribles. Ni nuestros padres ni nuestros abuelos vivieron una pandemia. Es una tragedia. Nosotros no nos damos cuenta, pero somos sobrevivientes de una tragedia”.