El ex senador Miguel Pichetto, vive sus primeros días sin un cargo en la función pública desde la vuelta a la democracia en 1983. Tras postularse como vicepresidente de la fórmula que encabezara Mauricio Macri y ser derrotado en las urnas, el dirigente histórico renunció a presentarse como legislador para ser candidato, lo que hoy lo deja sin ningún tipo de lugar dentro del aparato estatal.
Macri le había dado una esperanza, al prometerle quedar como titular de la Auditoría General de la Nación, un cargo reservado para el partido político opositor con más legisladores en ambas Cámaras.
Sin embargo hay una imposibilidad técnica, Juntos por el Cambio es una coalición de partidos y el partido dentro de esa coalición que más legisladores con banca posee, es la Unión Cívica Radical. Los radicales no van a regalar ese lugar a Cambiemos y mucho menos a un peronista. Por lo cual Pichetto deberá seguir buscando algún lugar donde caer con su amplia experiencia.