La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a cargar contra el Poder Judicial y su inacción en el marco de la causa que investiga el intento de asesinato frente al departamento de Juncal y Uruguay.
CFK volvió a remarcar que "todo hace juego con todo" al referirse a las relaciones cercanas entre los jueces, el Gobierno porteño y la "Banda de los copitos" que intentó terminar con su vida el 1ro de septiembre pasado.
"¿Entendés por qué en Comodoro Py no se investiga a fondo el intento de magnicidio? Impresiona el entramado mafioso, pero como siempre: Todo hace juego con todo", expresó en su cuenta de Twitter.
Allí se puede ver una nota de Página 12 escrita por Raúl Kollmann llamada “La insólita conexión de Silvio Robles, la mano derecha de Rosatti, con el atentado a CFK” y que indica: “El abogado del jefe de los ‘copitos’ al rescate de la Corte”.
Resulta que el abogado de Gabriel Carrizo, el jefe de los vendedores de copos que intentaron asesinar a Cristina Kirchner, se presentó en los tribunales porteños de Comodoro Py y denunció a Silvio Robles, el vocero y mano derecha del presidente de la Corte Suprema, Horario Rosatti. Además, en la última también se conoció que oficia como una especia de “operador judicial”.
La movida del letrado Gastón Marano juega a favor de la dupla Robles-Rosatti porque busca correr al juez federal Guillermo Molinari de la causa que investiga sus relaciones y en la que comenzó pidiéndole a Robles que deje su celular para investigar los chats que intercambió con el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro.
De más está decir que Robles se negó a entregar su celular a la espera de una recusación que lo favorezca. De esta manera se ahorraría la confirmación de que él y D’Alessandro combinaron tácticas para que el Gobierno de la Ciudad use ante el máximo tribunal en la causa contra Nación por la coparticipación.
Robles no solo se negó a depositar su teléfono, sino que recusó al juez y pidió el traslado a Comodoro Py argumentando que Molinari no es juez natural. En consonancia, Marano le dio una mano ya que el juez que resulte sorteado podría pedirle al juez santiagueño, al igual que Robles, que dé un paso al costado diciendo que los hechos ocurrieron en CABA.
De esta forma, la causa pasaría a los tribunales de Retiro, tal como le conviene a la mayoría de la Corte Suprema y al bloque político de Juntos por el Cambio, que durante los días previos pidió el traslado.
