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Caso detenidos en Congreso: la Policía “visitó” la casa de una de las liberadas

Luego de que Nora Longo fuera liberada, la Policía le tocó el timbre  de su departamento para saber si estaba en su domicilio e interrogaron a sus vecinos. 

Lunes, 24 de junio de 2024 a las 12 08

Por Redacción

Lunes, 24 de junio de 2024 a las 12:08

El viernes, a las diez y media de la noche, la Policía Federal se presentó en el edificio de Nora Longo, una de las detenidas por manifestar contra la Ley Bases. Nora había sido arrestada el 12 de junio durante la protesta en la plaza del Congreso mientras filmaba, con su teléfono, cómo en el operativo de represión los efectivos se llevaban preso a un vendedor de empanadas, junto a su hija y su nieta: la familia entera adentro. A ella misma, tras haber sido subida al camión celular en represalia por estar filmando la arbitrariedad policial, la pasearon tres días por alcaidías y el penal de Ezeiza, hasta que consiguió recuperar la libertad.

Este viernes, los policías que llegaron a su edificio le tocaron el timbre a sus vecinos: los interrogaron. Luego tocaron su portero eléctrico: le dijeron que estaban ahí para verificar si ella se encontraba en su domicilio porque “había una denuncia” sobre que se había ido del país. “Me asusté bastante”, dijo ayer esta emprendedora gastronómica de 59 años, que fue sola a la marcha al terminar de trabajar, que estuvo allí apenas 15 minutos hasta que la detuvieron y que todavía no termina de salir de la película de terror en la que fue metida de prepo y sin ningún argumento. La visita policial no puede ser entendida sino en ese marco, como un nuevo acto de intimidación y hostigamiento. “Esto de que la policía se presente en mi casa a las 10 y media de la noche de un viernes, además un día feriado, que hable con los vecinos, que me digan que era una denuncia de que me fui del país… fue todo muy raro. No parece que estemos viviendo en democracia”, señala.

En la causa judicial hay todavía cinco detenidos. Cristian Valiente está acusado de tirar piedras; es la persona a la que le encontraron una granada de mano, aunque él explicó que se trató de un aerosol lacrimógeno que la policía descartó en la plaza y él levantó y guardó con la intención de mostrarle a los medios con qué estaban tirando las fuerzas de seguridad. Daniela Calarco fue imputada de haber prendido fuego una parada de bicicletas de uso público; viene del activismo ambiental —vivió en un barrio fumigado—, actualmente es integrante del MTR Votamos Luchar y la única mujer que continúa encarcelada. Fernando Gómez fue señalado por arrojar piedras e intentar saltar un vallado. David Sica quedó imputado por golpear a una oficial mientras lo arrestaban: es un mecánico que quedó en la calle y ese día se dirigía a una esquina donde habitualmente dan de comer a los sin techo. Roberto de la Cruz Gómez está acusado de incendiar unos tachos.

Todos fueron procesados por la jueza María Servini, que les aplicó la figura antiprotesta de “intimidación pública”. En el mismo fallo, la jueza debió dictar la falta de mérito para las otras 28 personas que habían sido detenidas, reconociendo que no existieron pruebas para imputarlos, como había hecho el fiscal federal Carlos Stornelli por gravísimos delitos (atentar contra el orden constitucional, incitar a la violencia, perturbar la sesiones del Congreso, daños, lesiones y el agravante de terrorismo). La imputación de Stornelli estuvo en sintonía con la postura del gobierno de Javier Milei (la noche en que fueron detenidos calificó a los manifestantes de ser “grupos terroristas”). El fiscal incluso planteó, hace ocho días, que quiere que vuelvan a la cárcel, aunque ante el fallo que luego dictó Servini, en el que remarcó la "orfandad de pruebas", su reclamo no tendría chances de avanzar. La jueza, en ese marco, criticó el operativo: dijo que fue “desorganizado”, y que la policía “actuó mal”.   

La “visita”

“Me tocaron el timbre, yo atendí por el portero y me dicen que eran de la policía, que tenía que salir con mi documentación. Cuando salgo me preguntan si soy Nora Longo. Yo les presenté mi DNI y me dijeron que habían tenido que venir a verificar si estaba en mi casa porque alguien había hecho la denuncia de que Nora Longo se había ido a Estados Unidos, Canadá, a algunos de esos lugares. La policía me dice “debe ser otra persona”. Pero si fue otra persona con el mismo nombre, podrían haber verificado, al menos, el número de documento de la persona que salió! La verdad es que me asusté bastante, me hizo acordar a la época de la dictadura, cuando entraban a tu casa… Los dos policías que vinieron fueron respetuosos, igualmente. Uno de ellos, que estaba de civil, me dijo ‘la verdad es que me llamaron urgente para venir para tu casa, yo justo estaba de franco’. Todo esto me sorprendió. Me resultó fuerte porque es como… no sé, como si yo fuera una terrorista. Evidentemente no puedo salir del país, porque si vinieron a verificar si había salido o no del país es porque lo tengo restringido.”, afirmó Longo

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