El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, jugó un partido de exhibición con la camiseta del Santos. Parece no tener sangre brasileña porque su habilidad lejos estuvo de ser la típica que nos muestran los jugadores cariocas, acostumbrados a jugar en las playas.
La jugada del día fue sin dudas ¡el gol que metió! No tanto por la parte futbolística, porque de hecho la defensa rival no opuso mucha resistencia, casi como la de Brasil en aquel 7 a 1 con Alemania, sino porque dejó de manifiesto que el fútbol no es lo suyo: definición poco ortodoxa, casi lo pifia y encima ¡se lesionó! Impresentable.
Después del partido, y como de costumbre, el Presidente se mostró sin ningún tipo de respeto por las medidas sanitarias y posó con los jugadores del Santos que serán el próximo rival de Boca en la semifinal de la Copa Libertadores. De todas formas, y viendo su performance, parece que Cuca, el DT de Santos no va a tener en cuenta a Bolsonaro para otros partidos.
