El gobierno británico admitió que considera adherir etiquetas electrónicas con GPS para geolocalizar a los inmigrantes que crucen el Canal de la Mancha.
Al ser consultada sobre la medida, anticipada por el diario The Times, la ministra del Interior, Suella Braverman, dijo a la BBC que “se están evaluando todas las opciones” con el fin de “ejercer algún control” sobre aquellos solicitantes de asilo que cruzan al Reino Unido por este medio.
Braverman señaló que el Ejecutivo busca mejorar la detección y detención de inmigrantes que llegan al país de manera irregular y no pueden ser alojados en centros de detención, previos a su deportación.
La medida se enmarca en la cuestionada Ley de Migración Ilegal, cuyo objetivo es la denegación absoluta y generalizada de asilo a los solicitantes que arriban al país por vía marítima, sumada al impedimento de establecerse y solicitar la nacionalidad británica de por vida.
La legislación también contempla la deportación de inmigrantes a Ruanda, medida que se encuentra actualmente suspendida por un Tribunal de Apelación, el cual argumenta que la disposición contraría el derecho internacional humanitario, incluso muchos de los tratados a los que suscribe el Reino Unido.
Distintas organizaciones vienen criticando las últimas políticas antiinmigratorias impulsadas por el primer ministro Rishi Sunak, y esta no es la excepción.
"Es tratar a las personas como objetos y no como seres humanos en busca de seguridad", manifestó Enver Solomon, director del Consejo para los Refugiados.
“Todos aquellos que abandonan su país de origen en busca de seguridad y protección en otro lugar tienen derecho al pleno respeto de sus derechos humanos y dignidad, independientemente de su situación legal, modo de llegada o cualquier otra distinción”, expresó ACNUR, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, a propósito de la legislación impulsada por Sunak.