La policía federal brasileña imputó al expresidente Jair Bolsonaro y a otras 36 personas por un intento de golpe de Estado con el objetivo de continuar en el poder tras su derrota en las elecciones de 2022.
Los investigadores de la causa indicaron que los acusados -entre los que se encuentran exministros y militares de la activa y reserva- deben ser imputados por los cargos de "abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado y organización criminal".
La solicitud formal consta de más de 700 páginas y será presentado ante el Supremo Tribunal Federal (STF) y analizado por el juez Alexandre de Moraes y la Procuraduría General de la República (PGR). Una vez cumplidos estos pasos, se remitirá a la Fiscalía General del Estado que determinará los cargos.
El expresidente Jair Bolsonaro indicó que “De Moraes lleva toda la investigación, ajusta las declaraciones, detiene sin quejas, realiza una pesca de pruebas y tiene consejos muy creativos... hace todo lo que la ley no dice. Hay que ver qué hay en esta acusación de la PF”.
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La reacción de Bolsonaro
Luego de conocerse la noticia, el expresidente Jair Bolsonaro realizó declaraciones a través de sus redes sociales donde criticó al ministro Alexandre de Moraes.
"Hay que ver qué hay en esta acusación de la PF. Yo esperaré al abogado. Esto, obviamente, va a la Procuraduría General de la República. Es en la PGR donde comienza la pelea. No puedo esperar nada de un equipo que utiliza la creatividad para denunciarme", indicó Bolsonaro.
Los abogados de Bolsonaro habrían indicado que el ex mandatario "nunca estuvo de acuerdo con ningún movimiento que pretendiera destruir el Estado Democrático de Derecho o las instituciones que lo pavimentan".
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El intento de golpe de Estado de 2022
El presidente de Brasil, Lula Da Silva, ganó las elecciones de Brasil en octubre de 2022 ante el líder de la extrema derecha brasileña, Jair Bolsonaro, pero este no aceptó su derrota.
Luego de este hecho, el país vecino se vio atravesado por una serie de incidentes con el objetivo de impedir que Lula asuma la presidencia, acontecimiento que ocurrió el 1 de enero de 2023. Brasil sufrió graves disturbios en Brasilia, bloqueo de carreteras, campamentos pidiendo una "intervención militar", entre otros.
Finalmente, el 8 de enero del año pasado, militantes de derecha destrozaron las sedes de la Corte Suprema, el Congreso y la Presidencia reclamando por una intervención militar que ponga nuevamente a Bolsonaro al mando de Brasil.