A un año de la consagración de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar 2022, TyC Sports lanzó una publicidad que causó emoción y alegría entre los fanáticos argentinos.
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Para celebrar el primer aniversario de la Copa del Mundo, la señal deportiva publicó un divertido comercial que traza un paralelismo entre la gesta de Qatar con un hotel llamado "La Argentina" en la localidad bonaerense de San Bernardo, del Partido de la Costa.
La metáfora es esplendida y redonda porque muestra como un humilde hotel 2 estrellas consigue la tercera gracias a pequeñas contribuciones de diferentes personas.
El original comercial de TyC Sports a un año de Qatar 2022:
El formato parece el de una serie de plataforma, sólo que en una duración de cortometraje, aunque también incluye títulos, a manera de separación en capítulos.
El relato inicia con un intrigante llamado a un viejo teléfono ochentoso, atendido por el dueño del sencillo hospedaje. Allí una voz femenina le consulta si se llama verdaderamente "La Argentina" y le reprocha que no puede tener ese nombre si solo cuenta con 2 estrellas. Entonces le promete darle solución a esa circunstancias con una ofrenda misteriosa que enseguida se transforma en donaciones para lograr que acceda a esa tercera identificación para mejorar la categoría y la calidad de servicio.
Jugando todo el tiempo con la similitud de la Selección Argentina y su gran logro del 18 de diciembre de 2022, al que jamás mencionan durante el comercial, van llegando nuevos colchones, edredones, televisores y demás detalles que permiten al final de la publicidad que los dueños y los trabajadores del hotel asistan emocionados a la colocación de la tercera estrella en el comercio.
"En el primer aniversario como Campeones del Mundo, TyC Sports presenta una historia distinta", dice la publicación a modo de introducción. En un lugar emblemático como San Bernardo y con un guion lleno de guiños a la memoria emotiva y a la cultura popular bonaerense de tantos veranos en la costa, el comercial consigue hacer reír y emocionar al mismo tiempo.
Uno de las tantas coincidencias al título mundial sucede al final cuando al momento de obtener la tercera estrella, el propietario del hotel termina llorando con un gesto idéntico al de Lionel Scaloni, quien segundos después de ganar la final del mundo se tapó la cara como para que nadie lo vea llorar.
Asimismo, al final del cortometraje se deja flotando un nuevo sueño: el presagio de una posible cuarta estrella.