Pasaron más de tres años para que los rugbiers le pidieran disculpas a la familia de Fernando Báez Sosa por el cruel asesinato del joven a la salida del boliche Le Brique, en la ciudad balnearia de Villa Gesell.
En el tramo final de su alegato, el abogado Hugo Tomei le pasó el micrófono a sus defendidos para que pidieran perdon por el crimen cometido el 18 de enero de 2020.
El pedido de disculpas cerró la etapa de alegatos y solo resta conocer el veredicto final de los jueces, que se retrasó para el próximo lunes 6 de febrero a partir de las 13 horas.
"Quería tirarme encima de él para ayudarlo, que las patadas fueran para mí", dijo Graciela, la mamá de Fernando
Tiempo antes del alegato de la defenda, Graciela, la madre de Fernando, habló ante el tribunal en la última jornada antes del veredicto final de los jueces y pidió justicia por su hijo.
“Nunca pensé que estaría en este lugar presenciando el asesinato de mi hijo. Nunca me atreví a ver los videos y acá los vi miles de veces. Me costó horrores ver como lo asesinaban”, comenzó diciendo.
Se refirió al momento en donde se produce la golpiza y lo que pudo ver en los videos por primera vez: “Nunca podré olvidar como mi hijo levantaba su mano implorando piedad mientras le seguían pegando patada tras patada. Tenía esa sensación como madre de tirarme sobre él, de poder ayudarlo para que esas patadas fueran para mí”.
“Era un chico bueno, decente y que nunca creyó en la maldad. Antes de que irse yo le dije que se cuide mucho y que cuando haya pelea trate de huir o buscar alguien que lo ayude”, contó.
Por último, le habló de frente a los jueces y pidió justicia por el asesinato de Fernando, su hijo, a manos de los ocho rugbiers: “Quiero que paguen lo que le hicieron. No le tuvieron piedad, para nada.”
Qué dijo cada uno de los rugbiers acusados de asesinar a Fernando
Si bien todos mantuvieron un discurso muy similar, casi que practicado, los ejes estuvieron enfocados el pedido de disculpas a la familia de Báez Sosa (presente en el tribunal) y en la idea de que “murió un chico” (no que lo mataron) de su misma edad y que eso los conmocionó.
El primero en decir sus últimas palabras ante los jueces fue Lucas Pertossi: “Le pido disculpas a la familia de Fernando. Estoy muy mal desde ese día hasta hoy. Nunca tuve la intención de matar a nadie”. Esto último fue replicado por los demás rugbiers como una especie de speach.
Por su parte, su hermano Ciro Pertossi dijo lo siguiente: “Estoy muy arrepentido de todo lo que pasó, perdón a la familia”. Ayrton Viollaz, otro de los rugbiers, también pidió perdón e indicó que “jamás pensó que iba a pasar algo así”.
Matías Benicelli, al igual que los que lo precedieron ante el micrófono, pidió disculpas al padre y a la madre de Fernando y agregó que “nunca tuvo la intención de matar a nadie”.
Blas Cinalli cambió un poco el discurso y le ofreció sus disculpas “a todas las personas afectadas” por el crimen en Villa Gesell. “Estoy muy triste, no hubo ningún plan ni nada de lo que se dice”, señaló.
Luciano Pertossi habló luego del Thomsen, el principal apuntado, y dijo: “Quiero pedirles disculpas a los padres de Fernando Báez Sosa. Nunca quise ni quería participar en una pelea donde fallezca una persona. Pido disculpas por todo lo malo. Lo que decidan o digan va a ser lo correcto, y le pido a Dios que sea algo bueno para todos”.
Enzo Comelli: "Quiero dar mis disculpas a la familia de Fernando, a mi familia y a todas las personas afectadas por este hecho aberrante. Falleció una persona que al igual que nosotros tenía una vida por delante".
Finalmente, Máximo Thomsen se quebró al hablar ante el tribunal y el autor de la patada mortal le pidió disculpas a los padres de Fernando: “Me lastima muchísimo porque murió un chico de nuestra edad y jamás tuvimos la intención de algo así. Ojalá pudiéramos volver el tiempo atrás”, expresó antes de romper en llanto.
“Quiero pedir disculpas, aunque sé que muchas veces las disculpas no alcanzan. Estoy muy arrepentido, gracias por darme este espacio y vamos a acatar lo que ustedes decidan”, sentenció ante los jueces que decidirán el futuro penal de los ocho acusados.
