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La angustia de una joven que relató un episodio de acoso sexual, en los bosques de Palermo

Belén Riva Roy se disponía a meditar tranquilamente, pero dos hombres se acercaron y la acosaron sexualmente.
Domingo, 14 de marzo de 2021 a las 20 19,

Por Redacción

Domingo, 14 de marzo de 2021 a las 20 19,

En los últimos días, el relato de Belén Riva Roy, una joven que meditaba por los Bosques de Palermo, fue una de las noticias del fin de la semana, debido a lo dramático y crudo de su testimonio. 

"Esto me acaba de pasar. Para algunos no será nada. Para las mujeres sí lo es. Un minuto que dura horas en el cual pensás si se atraverán a hacerte lo que te están diciendo”, comenzó relatando en su cuenta de Instagram. 

Y luego siguió su descargo, “El miedo invadió todo mi ser. Esto no debería existir más. Deberíamos poder caminar y vivir tranquilas. No existe zona insegura, no existe como estaba vestida. Nos sucede en cualquier esquina, momento y lugar del día. Yo no debería estar en este momento intentando sacar de mi mente si tuve la culpa de algo o si elegí mal la zona donde sentarme”

“Iba andando en bici, encontré un árbol hermoso y tire la manta ahí. Debería poder tener el derecho de sentarme donde desee. Y no debería necesitar un grupo de amigas para moverme en la vida. De los nervios dije ‘bestia’ porque el acto y los actos de estos hombres son de bestialidad.", continuó. 

En un principio pensó que iban a robarle, sin embargo no fue así. “Pensé en darles todo con tranquilidad. Veo de darles el celular y la bicicleta. Cuando se acercan me expresan que tenían ganas de hacerme lo mismo que le hace un actor a una actriz en una película muy reconocida mundialmente sobre sexualidad y sadomasoquismo. En ese momento, siento que se me paró el mundo y realmente siento miedo por primera vez en mi vida. Y el hombre me pasó por atrás y siento su miembro pasándome por atrás, por la cabeza”

“No me tocaron, no me penetraron. Pero sí me cagaron el día, sí me dejaron con miedo", comentó, al tiempo que contó que gracias a que otro hombre apareció para detenerlos, se fueron, “Estoy segura de que no me hicieron nada porque ese hombre se involucró para ayudarme”

Por último dijo que contaba todo “para que no le suceda a otra mujer más”. Y concluyó: “Quiero decir y decirme yo misma algo: no tengo culpa de nada. Ni esto ni ninguna palabra, gesto o acercamiento debería existir. Es violento. Esto no debería existir”.