Este miércoles, se cumplen seis años del trágico hundimiento del submarino ARA San Juan (S-42) en las profundidades del Atlántico sur. La nave argentina regresaba desde Ushuaia hacia la Base Naval ubicada en la ciudad de Mar del Plata cuando sufrió una serie de desperfectos técnicos que concluyó con la muerte de sus 44 tripulantes.
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El trágico hundimiento del submarino provocó un inmenso dolor en el pueblo argentino y principalmente en los familiares y amigos de las víctimas, que aún hoy siguen en la incansable lucha por buscar justicia contra los responsables de la tragedia como del espionaje ilegal al que fueron sometidos por el Gobierno del entonces presidente, Mauricio Macri.
El exmandatario y dirigente del Pro, está involucrado y es investigado en varias de las causas que aún siguen en proceso como el estado de la embarcación previo a su desaparición y por las escuchas y espionaje ilegales a los familiares de las víctimas, causa que tuvo una infinidad de idas y vueltas por la designación de jueces amigos para que revisen el sobreseimiento que le fue otorgado en julio del 2022.
Ara San Juan: Sergio Massa pidió un minuto de silencio "en memoria de aquellos que perdieron su vida"
Este miércoles, el ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, participó de un acto en el Embarcadero Naval del Puerto de Buenos Aires que marca el inicio de la campaña antártica para el período 2023/2024 y pidió un minuto de silencio "en memoria de aquellos que perdieron su vida".
El funcionario señaló que "la discusión respecto al rol de las Fuerzas Armadas es parte del pasado" y sostuvo que estas fuerzas "tendrán un rol central" en los próximos años "en la defensa de la soberanía argentina".
Además, ante las principales autoridades de las Fuerzas Armadas y los ministros Jorge Taiana (Defensa) y Daniel Filmus (Ciencia y Tecnología), manifestó que "el futuro tiene que ser el del trabajo conjunto; sentimos la convicción de tener fuerzas armadas que respetan, valoran y defienden el orden democrático".
Construcción del Submarino
El sumergible ARA San Juan (S-42), fue construido a principios de la década de 1980 en el astillero alemán Thyssen Nordseewerke y contaba con 65 metros de eslora, un diámetro de casco resistente de siete metros y era propulsado por cuatro motores diésel MTU 16 V de 6720 HP.
Entre 2007 y 2014 el submarino tuvo una reparación de media vida que se realizó en el complejo Tandanor, tarea que incluyó más de 600 trabajos, entre ellos el replacado de las 960 baterías y el reemplazo de sus cuatro motores.
En el año 2016, el entonces jefe de Gabinete Marcos Peña informó al Congreso que el submarino "estaba operativo" en la base de Mar del Plata, a pesar de haber sido advertido sobre la necesidad de llevar el submarino hacia "dique seco" para efectuarle reparaciones.
Qué pasó con el ARA San Juan
La nave de bandera nacional, partió el 8 de noviembre de 2017 desde la base naval de Ushuaia en una misión de patrullaje por el litoral marítimo argentino, que culminaría en la Base Naval ubicada en la ciudad de Mar del Plata. Según se informó, un día antes de su desaparición reportaron desde el submarino un desperfecto eléctrico y un principio de incendio en su sala de máquinas, que resultó subsanado por la tripulación.
El comandante del ARA San Juan, capitán de fragata Pedro Martínez Fernández, comunicó a las 7.30 del 15 de noviembre de 2017, el ingreso de agua de mar a través de uno de los sistemas de ventilación, el cual ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías.
Las primeras informaciones sobre la perdida de comunicación con el sumergible, comenzaron a surgir un día después. En el último contacto, la nave se encontraba a 432 kilómetros de la costa patagónica, a la altura del Golfo San Jorge. Unas horas después, el Ministerio de Defensa a cargo de Oscar Aguad reconoció el extravío de la nave, y activó el protocolo SAR para la búsqueda y rescate de embarcaciones.
Tras el pedido de ayuda internacional que emitió el Gobierno, navíos de Argentina, Alemania, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Noruega, Perú, Uruguay y Rusia participaron de un operativo que se desplegó en un área de más de casi 500.000 kilómetros cuadrados.
Finalmente, el 30 de noviembre Defensa admitió que no había posibilidades de encontrar con vida a los tripulantes. En tanto, los familiares de las víctimas rechazaron en ese entonces que se declarara un duelo nacional hasta que no se hallaran los restos de la embarcación.
