Trabajadores de la central nuclear Atucha de Zárate protestan y cortan caminos contra el ajuste de Javier Milei y para exigir por la continuidad de los puestos de trabajo en medio de promesas de nuevos despidos.
Gustavo Zeballos, quien desde hace siete años trabaja en la importante empresa nacional, explicó que no les gustaría tener que estar prestando, pero recordó que está en juego el plato de comida familiar.
“Lamentablemente, no estamos bien. Estamos en un plan de lucha. Es un proyecto donde hay mucho trabajo para hacer. Es una lástima que no se continúe”, dijo sobre las obras que están terminadas en un 70 por ciento.
Y añadió sobre el ajuste y las promesas de despido: “Lo hacen porque quieren paralizar todo lo que es obra pública. Y no saben que está avanzado el proyecto. La protesta en este momento es que lo único que queremos es tener continuidad”.
“Que no haya más despidos. Tener continuidad. Es lo único que estamos pidiendo. No nos gusta estar haciendo una protesta. Queremos llevar el pan del día a día para la familia”, dijo cuando ya se habla de otra tanda de 180 despidos en Atucha.
En abril, la gestión Milei ya había despedido a 160 de los 600 trabajadores de la construcción destinados al proyecto de reactor nuclear CAREM, un elemento clave para conseguir la soberanía energética.
Lo qué esta obra permite
De hecho, la obra permite generar energía eléctrica hasta los 32 megavatios, suficiente para abastecer a una población de unos 120 mil habitantes, es altamente apto para brindar servicios en zonas alejadas de los centros urbanos y es fácilmente replicable.
Cabe recordar que la obra y el proyecto del reactor están a cargo de la empresa pública Nucleoeléctrica Sociedad Anónima, que figuraba en el listado de empresas a privatizar de la fallida ley ómnibus, devenida en una menor Ley Bases.