El próximo 14 de mayo se llevarán a cabo las elecciones provinciales en la provincia de Salta, y el frente de Juntos por el Cambio sufrió una importante ruptura. Es que el PRO decidió separarse de la alianza electoral y presentará un lista propia.
En un comunicado partidario, el PRO informó: “A pesar del enorme esfuerzo que venimos haciendo desde el partido por mantener la unidad de Juntos por el Cambio en la provincia, finalmente el PRO tendrá lista propia en las elecciones provinciales”.
El documento señala que "la unidad es un valor fundamental para nosotros y por eso todo este tiempo hemos dialogado e intentado alcanzar los acuerdos necesarios para mantener y fortalecer Juntos por el Cambio en Salta".
El PRO Salta decidió desligarse de Juntos por el Cambio por el rechazo a la inclusión del Frente Plural en el frente provincial, que es presidido por Matías Posadas, un exfuncionario del gobierno de Gustavo Sáenz en la provincia, y actual presidente del Consejo Económico y Social, que asumió en ese cargo hacia fines del año pasado, cuando lo dejó vacante la actual secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royon.
Quiebre y escándalo en Juntos por el Cambio
Inmediatamente, comenzaron las acusaciones cruzadas, principalmente formuladas desde el PRO, que de todas formas es el sector más débil de la rota alianza provincial: desde sospechas de “arreglos espurios” de radicales con sectores del oficialismo provincial, hasta “acuerdos” de la UCR con corrientes salteñas afines a Sergio Massa.
Desde el espacio nacional de Juntos por el Cambio lanzaron toda la artillería para que esta ruptura no suceda. Los operadores nacionales del larretismo, el radicalismo y el bullrichismo vieron frustradas todas sus esperanzas de mantener la unidad cuando finalmente habrá dos candidaturas a gobernador: Miguel Nanni, por la UCR, e Inés Liendo, por el partido fundado por Mauricio Macri.
Incluso se informó que antes del cierre de listas se dio una situación particular, cuando irrumpieron los interventores del PRO, Antonio Demarco y Alejandro Ávila Gallo, quienes intentaron convencer al secretario electoral, Pablo Finquelstein, de inscribir, en ese momento y a mano alzada, a un frente integrado por el PRO y la UCR, sin el Frente Plural.