Sigue el escándalo por la visita a los genocidas en la cárcel de Ezeiza, por parte de los diputados de La Libertad Avanza. Este miércoles, la diputada Lourdes Arrieta brindó declaraciones a los medios, y sostuvo que fue engañada, ya que no sabía que iba a visitar a represores de la última dictadura militar.
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La legisladora oficialista, salió a despegarse de lo sucedido el pasado 11 de julio, cuando un grupo de diputados del espacio visitaron y se tomaron fotos con represores detenidos por delitos de lesa humanidad, cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Según Arrieta, ella fue engañada, ya que no le informaron quiénes eran las personas a las que iban a visitar.
"Me avergüenzo de haberme sacado la foto. Y me arrepiento de haber confiado en Beltrán Benedit", afirmó Arrieta en una entrevista a C5N. "Necesitaba salir a hablar, para dar mi versión de lo que a mí me había pasado. Mi cara la están relacionando en todos los medios con los genocidas", explicó la diputada de LLA.
También contó que la escandalosa visita tuvo el aval del jefe de bloque libertario, Gabriel Bornoroni, y que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, estaba al tanto de toda la situación.
De acuerdo a la versión de Arrieta, Beltrán Benedit, el diputado del bloque oficialista que impulsó la visita, nunca mencionó que irían a ver genocidas condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura (1976-1983), sino a presos políticos sin condenas que pedían un juicio justo.
Cómo fue el encuentro con los condenados
En este sentido, la diputada contó que "En los chats nunca se habla de que eran represores, sino presos políticos. Me dieron la garantía de que era una visita institucional. No parecía nada anormal".
Luego relató que en el penal, Arrieta se sorprendió de que no los revisaran al ingresar ni le retuvieran los celulares. Al principio, pensó que podría ser un protocolo diferente por ser una comitiva oficial de diputados. Los recibieron bien, con sándwiches y café. Ahí se encontraron con el grupo de supuestos "presos políticos".
"Es evidente que yo estuve enfrente de una población interna, de adultos mayores, por el paso del año, las caras era muy difícil de reconocer. Por eso no sabía que era Astiz. porque no le reconocí la cara", contó.
"Me sentí incomoda" reveló sobre su charla con el represor Alfredo Astiz. Y contó que: "ya sabía que iba a venir. Me generó una alerta. Sabía que mi papá era un veterano de guerra. Me dijo que me seguía. Sabía de mi existencia".
Fue entonces que se sacaron la foto que en el día de ayer salió revelada en los medios de comunicación, Arrieta sostiene que no se quería sacar la foto pero que finalmente accedió. Además dijo que una vez fuera del penal comenzó a investigar a través de internet, de quienes se trataban los presos, y fue en ese momento que se dio cuenta de qué iba el encuentro.
"Uno que está aprendiendo a hacer política, mi gran error fue haber confiado en Beltrán y en el jefe del bloque, avaló esta visita. Entendí que de parte de él estaba todo bien", expresó la diputada, quien luego argumentó que no sabía quién era Astiz por su corta edad.