El Consejo Directivo Central (CDC) de la Federación Agraria Argentina (FAA) se reunió este jueves en la ciudad de Rosario para abordar diversas problemáticas del sector agropecuario. Durante la sesión, la entidad reiteró su solicitud de reducción de retenciones, alivio fiscal y estímulo a la producción en todo el país.
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En paralelo, convocó a las entidades de base a llevar a cabo asambleas zonales de distrito en todo el territorio nacional los días 13 y 20 de julio. Estas asambleas tienen como objetivo trazar las estrategias gremiales futuras, en un contexto que la FAA describe como una "compleja realidad" para los pequeños y medianos productores.
Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, expresó que "necesitamos reglas claras para poder seguir siendo productores agropecuarios". Además, señaló la importancia de una reforma impositiva integral que genere condiciones adecuadas para el sector.
Qué es lo que solicitan desde la Federación Agraria Argentina
Los directores de la FAA insistieron en la eliminación de retenciones desde las primeras toneladas de producción, argumentando que esto ayudaría a sostener al pequeño productor. También destacaron la necesidad de una reforma impositiva que garantice una carga equitativa para todos los productores, de acuerdo a su volumen de producción.
En relación a las economías regionales, la FAA advirtió sobre una situación preocupante que pone en riesgo su continuidad. Se destacó la importancia de impulsar y reactivar estas economías para generar empleo y contribuir al desarrollo económico del país.
La Federación Agraria manifestó su preocupación ante el proyecto de Ley Bases en el Congreso Nacional, especialmente por el establecimiento del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Según la entidad, este régimen favorecería la concentración en manos de grandes empresas extranjeras, sin considerar la sustentabilidad a largo plazo.
Lula Da Silva anunció un programa para impulsar la reforma agraria en Brasil
El presidente inauguró el Programa Tierra de la Gente, dirigido a familias de agricultores, como parte integral del Programa Nacional de la Reforma Agraria.
El gobierno brasileño, bajo la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, anunció una serie de nuevos programas destinados a abordar el persistente desafío de la falta de tierras para campesinos sin terreno. Este ambicioso plan busca revitalizar la reforma agraria y fortalecer aún más el sector de la agricultura familiar en el país.
Según afirmó el mandatario "es un viejo problema de Brasil", destacando la necesidad de colaborar estrechamente con gobernadores y alcaldes para identificar tierras disponibles que puedan ser asignadas a nuevos asentamientos. El objetivo es proporcionar a las personas al menos dos o tres hectáreas de tierra para que puedan cultivar sus propios alimentos.
Los programas anunciados tienen como objetivo asignar tierras, tanto públicas como privadas y abandonadas, a alrededor de 295.000 familias de campesinos en un plazo de dos años. Además de la asignación de tierras, se ofrecerán créditos públicos a tasas preferenciales para la adquisición de maquinaria y semillas, con el fin de fomentar la producción agrícola.
El gobierno brasileño también se comprometió a comprar parte de la producción de los campesinos, fortaleciendo así la agricultura familiar y garantizando un mercado para sus productos. Esta producción será destinada a programas de alimentación en escuelas, hospitales y otros sectores gubernamentales.
La agricultura familiar desempeña un papel crucial en la seguridad alimentaria de Brasil, siendo responsable de cerca del 30% de la producción total de alimentos en el país. Esta iniciativa busca no solo proporcionar tierras y recursos a los campesinos, sino también impulsar la economía rural y promover el desarrollo sostenible en todo el país.
Durante los últimos años, la política de reforma agraria en Brasil se vio limitada con un enfoque principalmente en la entrega de títulos de propiedad a campesinos ya asentados. Sin embargo, bajo la nueva administración, se espera un renovado impulso hacia una reforma agraria más integral y progresiva, que beneficie a aquellos que más lo necesitan en las zonas rurales del país.