Más de 300.000 salteños recibieron la ayuda extraordinaria del Estado, a través del Ingreso Familiar de Emergencia, que el gobierno nacional impulsó para paliar los efectos adversos de la pandemia del coronavirus, sobre la economía.
Según trascendió por medios locales y luego fue confirmado por las autoridades, algunos concejales y funcionarios de cargos menores se anotaron para el beneficio y lo recibieron. Esto generó repudio entre toda la población.
El gobernador Gustavo Saénz manifestó también su repudio en la redes y pidió que renuncien los funcionarios que percibieron el bono de 10.000 pesos.