Luego de que Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña prohibieran el uso del lenguaje inclusivo en todas las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, diputados de José Luis Espert y de Juntos por el Cambio quieren llevar la medida a la provincia de Buenos Aires.
Fueron los diputados bonaerenses Guillermo Castello, de Avanza Libertad, y Matías Ranzini, de Juntos por el Cambio, quienes este lunes presentaron un proyecto de ley para que se prohíba el uso del lenguaje inclusivo en el Estado y en todos el sistema educativo bonaerense.
Ambos legisladores se inspiraron en la medida tomada por el Gobierno porteño la semana pasada, tras rechazar el uso de la E, la X y el @. Las mismas "quedan prohibidas más allá de en diálogos informales como en los recreos o en las salas de profesores".
En los fundamentos de la iniciativa explicaron que se pretende "evitar distorsiones o deformaciones lingüísticas que conspiren contra la adecuada comprensión de lo que se quiere comunicar, como así también evitar expresiones que resulten expresiones que resulten impronunciables verbalmente".
Para los diputados, la prohibición resulta necesaria "en el ámbito educativo, porque una deformación del lenguaje puede conspirar contra el correcto desarrollo de las habilidades de lectura y escritura".
Castello está vinculado con el diputado nacional José Luis Espert, mientras que Ranzini milita en el PRO dentro del espacio de Cristian Ritondo.
Ambos legisladores consideraron que el lenguaje inclusivo representa "una posición claramente minoritaria de la sociedad, que de ningún modo puede reconocerse como una evolución espontánea del lenguaje" y sostuvieron que "el lenguaje oficial debe facilitar la publicidad de los actos de gobierno" .
Soledad Acuña advirtió que sancionará a los docentes que utilicen el lenguaje inclusivo
La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, explicó que la utilización del lenguaje inclusivo por parte de los estudiantes genera "un obstáculo" en el aprendizaje y advirtió que habrá sanciones para los docentes que decidan usarlo en las escuelas porteñas.
"Es obvio que como toda norma se tiene que cumplir y si no se cumple, hay un proceso administrativo disciplinario. Del mismo modo que si una docente elige evaluar con emoticones en lugar de números. Yo regulo las formas de evaluar. Si no se cumple, hay un procedimiento de sanciones", alertó la funcionaria de Juntos por el Cambio durante una charla con FM Milenium.
Acuña sostuvo que en el caso que un docente decida emplear palabras con lenguaje inclusivo, los directivos del colegio tendrán que tomar cartas en el asunto: "Lo primero que tiene que hacer la conducción de esa escuela es explicarle al docente que el foco de lo que hace tiene que estar en los derechos de los estudiantes, no en lo que a él o ella como adulto le interese rebelarse o ponerse en contra. El foco son los chicos".
En la misma línea, Acuña volvió a cargar contra el lenguaje inclusivo: "Si en el aula ponés en un primer grado una palabra con un arroba, otra palabra con una x y otra palabras escrita correctamente, generás confusión. Entonces, nosotros decimos: 'Eliminemos esos obstáculos'".