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El Polo Obrero admitió que le quita el 2% del Potenciar Trabajo a los beneficiarios y recauda más de $270 millones por año

Eduardo Belliboni, referente de la agrupación, reconoció que se quedan con ese porcentaje de los 60.000 beneficiarios que forman parte del programa. Con los reajustes, en agosto, lo que recauden superará los 340 millones de pesos.
Jueves, 16 de junio de 2022 a las 02 27

Por Redacción

Jueves, 16 de junio de 2022 a las 02:27

El Polo Obrero reconoció de manera oficial que retiene el 2% de los $19.000 que cada uno de sus 60.000 beneficiarios reciben del Programa Potenciar Trabajo. Esto representa una recaudación de alrededor de $22.800.000 mensuales, lo que al año equivale a una suma aproximada de $273.600.000.

La escandalosa noticia fue reconocida por Eduardo Belliboni, el principal dirigente de ese movimiento popular, quien justificó la retención diciendo que esa quita en los haberes que reciben las personas más vulnerables a través del Ministerio de Desarrollo Social “no es compulsivo”, sino “un aporte voluntario de los ingresos votado en las asambleas”.

La Mesa Directiva del Polo Obrero afirma que en esas mismas asambleas “se rinde cuentas sistemáticamente sobre los ingresos y gastos y se aprueba colectivamente el destino de los recursos que son de todas y todos los compañeros”.

Cifras astronómicas

Esa recaudación era hasta el mes de mayo, pero, según el calendario oficial, en julio, el monto pasa a ser de 22.770 pesos, correspondiente a la liquidación de junio con aumento del 17%. En septiembre, el haber final será de $23.925, con suba del 10% correspondiente a agosto. Es decir que, si se toma la última cifra, a partir de agosto el descuento que el Polo Obrero le realizará a cada beneficiario será de 478,5 pesos. Multiplicado por la cantidad de beneficiarios, la recaudación será de 28.710.000. En este caso, la cifra anual ascenderá a 344.520.000 pesos.

El Potenciar Trabajo es el principal programa de la cartera a cargo de Juan Zabaleta, después de la Tarjeta Alimentar. Este año tiene un presupuesto asignado de 243.126.690.730 pesos que se destinan a 1.271.215 titulares activos. Quien administra y coordina ese programa es Emilio Pérsico, el secretario de Economía Social y líder del Movimiento Evita. Ese dinero, explicó el funcionario a este medio, se deposita en la cuenta del Banco Nación que tiene cada uno de los beneficiarios.

Es por esa razón que cada persona tiene que “aportar” al Polo Obrero después que el monto se acredite en su cuenta.

El primer dirigente en blanquear que las movilizaciones y marchas, como la federal, que movilizó a unas 150.000 personas que protestaron frente a la Casa Rosada el 12 de mayo, son financiadas con ese dinero, fue el legislador porteño por el Partido Obrero Gabriel Solano.

Las justificaciones del Polo Obrero

“En el Polo Obrero hay un aporte del 2% de los ingresos de cada persona que cobra un plan. Ese 2% sirve para financiar lo que el Estado no financia. Por ejemplo, el alquiler de los comedores y merenderos, y el gasto logístico y de transporte de la mercadería. El Potenciar Trabajo son $19.000, estamos hablando de $380″, dijo Solano en declaraciones periodísticas.

Los dichos generaron malestar dentro del brazo piquetero del Partido Obrero. Horas más tarde, y ante las críticas que estaban recibiendo los dirigentes de esa organización social, la Mesa Directiva del Polo Obrero difundió un comunicado titulado: “Respondemos una campaña sucia contra el Polo Obrero, funcional al ajuste del gobierno”. En realidad, el escrito, referenciado en Belliboni, no hace más que ratificar los dichos del legislador porteño.

“Lo que en realidad ocurre es que las organizaciones de los desocupados organizan y defienden un financiamiento autónomo para las necesidades de la lucha y de los barrios. El movimiento piquetero sostiene, sin apoyo del estado, miles de comedores populares en todo el país. Para eso es necesario, como cualquiera sabe, tener un lugar donde hacer la olla popular y por lo tanto pagar alquileres, comprar una garrafa, pagar los fletes para trasladar los alimentos que el Estado no entrega en la puerta de cada comedor o en un depósito Central”, justifica el comunicado.

Según Belliboni, esos gastos “los debería financiar el Estado, pero lo terminan financiando las familias que concurren a los comedores” y agrega que “el movimiento piquetero sostiene medidas de lucha y campañas nacionales de lucha por trabajo genuino y todos los reclamos de los barrios”.

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