En medio de la discusión por el juicio político a los integrantes de la Corte Suprema de la Nación hay unos datos que son para destacar: El juez federal, Sebastián Ramos, decidió beneficiar a Marcelo D’Alessandro, Ministro de Justicia y Seguridad de CABA, y a Silvio Robles, que oficia como vocero de Horacio Rosatti, archivando la causa donde son participes de los popularmente conocidos como "chats del Lawfare".
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En aquellos chats ambos funcionarios favorecidos participaban activamente sobre un arreglo en cuanto a la coparticipación que le correspondía a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a la riña por el Consejo de la Magistratura.
A su vez, según pudo saber Página 12, hay una irregularidad en cuanto a por qué el juez Ramos es el que archiva el expediente si en una primera instancia era el juez Ariel Lijo y su juzgado los que tenían la causa.
Según afirman en dicho medio, le quitaron la causa a Ariel Lijo y, aparentemente, se la entregaron a María Eugenia Capuchetti al azar. Sin embargo, ella salió de vacaciones quedando al mando de Julián Ercolini. Obviamente, este último la dejó pasar durante el reemplazo ya que el también formó parte de los chats del lawfare.
El escrito del Juez Ramos
En esa actitud de no hacerse cargo lo que correspondía hacer, le envió el expediente al juez Ramos, que escribió: “No pueden ser admitidas bajo ningún concepto como parte de un juicio respetuoso del debido proceso pruebas o testimonios que hayan sido obtenidos, como a esta altura puede observarse, mediante maniobras organizadas basadas en actividades de inteligencia ilegal”.
En este sentido, continuó: "Los jueces deben velar por que no haya injerencias arbitrarias o ilegales en la vida privada de las personas sin razón que lo justifique, lo que necesariamente implica proteger las comunicaciones como todo aquello que afecte la intimidad".
