Se trata de la historia de Matías Oberlin, docente en la Universidad de Buenos Aires, quien compartió en sus redes sociales algunos detalles de como surgió el regalo de bodas que sus padres le hicieron a Malena Galmarini y Sergio Massa. “El cuadro en la casa de Massa”, tituló la publicación que se volvió viral en Twitter.
“Anoche mi hermana me mandó esta foto con un mensaje que decía: ‘mirá mati ese cuadro!’. Lo reconocí enseguida y recordé como había llegado ahí”, comenzó el relato Oberlin, que figura en la red social X bajo el pseudónimo “Drapetómano”, y comenzó un viaje en el tiempo que abarcó desde el golpe de Estado de 1976 en Argentina y la profunda crisis de El Salvador, que causó que la vida de sus padres se cruce en Suiza, hasta que fueron recibidos por la familia Galmarini y todo por el cuadro que aparece en el fondo de una foto del ministro de Economía junto a su hija.
La historia "del cuadro en la casa de Massa"
En su relato, Matías cuenta la historia de su madre, quien nació en El Salvador, y de su padre, argentino y recuerda que la vida de ambos "llevaban en sus cicatrices la historia de la última mitad del siglo XX de Nuestra América". Cuenta también que se conocieron en Suiza, luego del exilio. En el caso de su padre, dirigente gráfico, salió del país en 1976 perseguido por la dictadura militar que gobernaba en aquel tiempo y ejecutó la persecución de militantes políticos y sociales.
En el caso de su madre, relata que llegó al país europeo tras el cierre de su universidad en El Salvador, y que al querer regresar se encontró con que la ultraderecha salvadoreña había atentado contra sus padres, cuando se avecinaba una Guerra Civil que en el lapso de 10 años, causó la muerte de miles de salvadoreños.
"Cuando volvió la democracia mis viejxs volvieron a la Argentina. A los pocos años mi viejo consiguió laburo en Costa Rica y ahí vivimos entre el 88 y el 97", relató y agregó que lo más importante fue que "permitió que mi vieja pudiera estar cerca de los suyos y que estudiara en la Universidad pública de Costa Rica artes plásticas".
"Cuando mi viejo pasó a la clandestinidad (entre marzo y octubre del 76) lo recibió la familia de un gran amigo suyo", escribió y explicó que se trataba de "Fernando “El Pato” Galmarini, Marcela Durrieu y la pequeña Malena", y remarcó: "Entiendo que Malena llegó a querer a mi viejo como un tío".
"Tanto es así que cuando Malena y Sergio se casaron, en el año 2000, invitaron a mis viejxs. Mi viejo se había quedado sin laburo hacía varios meses. La crisis económica y política que terminó de estallar en el 2001 pegó fuerte en casa", confesó y agregó: "Claramente no era el momento para ir a un casamiento. Yo tenía 14 años pero recuerdo la angustia de mi vieja sin saber qué regalarles a Malena y a Sergio en el casorio. Finalmente, entre los dos tomaron una decisión. Regalarle uno de los cuadros que ella había pintado".
En este sentido confesó que a su madre "no le gustaba regalar sus cuadros" y explicó: "No porque pensara que tenían un gran valor, sino porque creía que ponía en un compromiso a quien los recibía de tener que colgarlo en su casa".
"Sergio hoy es candidato a presidente. Pienso que hace años que podrían haber reemplazado ese cuadro, pintado por una mujer extranjera, exiliada. Sin embargo, tiene 23 años en el living de su casa. Un cuadro que lleva la carga de exilios, dolores, angustias y sueños", profundizó y aseguró que se trata de un "gesto que invita a creer".
Las reacciones de la Familia Massa
Tomás Massa, hijo de Malena y Sergio, reaccionó a la historia: "nunca me animé a preguntarla", expresó y afirmó que es un "cuadro TOP" en su casa y que "no se saca de esa pared".
Por su parte, Malena compartió en sus redes sociales las imágenes de la pintura, y contó que "nunca dejó de estar colgado". "Cuando la casa creció encontró un nuevo lugar", confesó y finalizó: "A pesar de todo lo duro que fue aquel entonces, fuimos familia".