El camarista Mariano Llorens fue designado como conjuez de la Corte Suprema para intervenir en la causa por espionaje ilegal durante la gestión de Mauricio Macri pero volvió a excusarse de fallar en dicho expediente por “motivos de decoro y delicadeza”, al igual que los demás camaristas.
Llorens salió sorteado para fallar en los planteos que hizo la vicepresidenta Cristina Kirchner y otros querellantes. A su vez, también fue el principal autor de la teoría del “cuentapropismo” que descartó una asociación ilícita del macrismo y el grupo de espías conocido como “Super Mario Bros”.
El magistrado tuvo intervención en varias causas relacionadas contra Macri, aunque esta no es su principal causa de apartamiento, en cambio, decidió quedar al margen por “decoro y delicadeza”. Las querellas habían solicitado su apartamiento debido al temor fundado de parcialidad.
Tras la decisión de Llorens y al igual que en ocasiones anteriores, la Corte Suprema debió repetir el proceso una vez más y salió sorteado el juez Juan Carlos Bonzón, presidente de la Cámara Nacional en lo Penal Económico.
