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Cristina Kirchner en Ensenada: "Perón cazó la lapicera y no la largó más”

La vicepresidenta encabezó un acto en Ensenada en homenaje a Juan Domingo Perón.

Sabado, 02 de julio de 2022 a las 16 23

Por Redacción

Sabado, 02 de julio de 2022 a las 16:23

La vicepresidenta Cristina Kirchner recordó a Juan Domingo Perón al cumplirse 48 años de su fallecimiento al indicar que, cuando el líder justicialista asumió al frente del la Secretaría de Trabajo y Previsión, en 1943, "cazó la lapicera y no la largó más", en un claro mensaje al presidente Alberto Fernández, quien este viernes en un discurso en la sede de la CGT aseguró que "el poder no pasa por ver quién tiene la lapicera, sino por ver quién tiene la capacidad de convencer" .

"Perón se cansó de usar la lapicera. Firmó el estatuto del peón, la constitución 1949, firmó, firmó y firmó. ¿Y por qué fue tan atacado Perón? Porque usaba la lapicera en función del pueblo. Por eso lo metieron preso, por eso los bombardeos en la Plaza de Mayo, el primer acto terrorista que tuvo la Argentina", afirmó la líder del Frente de Todos al disertar en la ciudad bonaerense de Ensenada.

Cristina remarcó que la Argentina necesita "superar ese odio irracional del que fue objeto y del que sigue siendo objeto el peronismo". Y, si bien reconoció que "viene del fondo de la historia", subrayó que a partir del peronismo ha tomado "un volumen y una agresividad que no es buena para nadie".

La vicepresidenta insistió en que “no hay que mirar lo que los políticos dicen o escriben, sino lo que hacen”, ya que “hay que persuadir con hechos”, aunque remarcó que "hoy hay muchos exégetas de la política".

En otro tramo de su discurso, Cristina Kirchner destacó el trabajo de Carlos Zannini al frente de la Procuración del Tesoro al indicar que fue él quien "destrabó el gasoducto Néstor Kirchner". Y agregó: "¿Vieron que hay funcionarios que funcionan?".

Encuentro con Melconian 

La vicepresidenta se refirió también a su reciente reunión con el economista Carlos Melconian y reveló que coincidieron en ciertos aspectos como el problema de la economía bimonetaria. Además, dio a entender que el cónclave fue producto de un pedido de la Fundación Mediterránea, aunque advirtió que seguirá reuniéndose "con quien me tenga que reunir".

"Está claro que Melconian no piensa como yo, ni yo como él, no hace falta que lo aclaremos. Pero a mí me gusta escuchar a todos, porque a lo mejor estoy equivocada. Y si me convencen de que estoy equivocada... No va a ser la primera vez que haga lo que no pensaba hacer", explicó Cristina.

No soy una apologista del déficit fiscal, pero esa no es la causa de todos los problemas. Tenemos que encontrar la solución al problema de las corridas cambiarias, que se producen por la escasez de dólares”, agregó.

La vicepresidenta reiteró que “hay un deporte nacional” de hacerle decir “cosas que no dice”, y negó que esté a favor de eliminar los planes sociales.

“Después de mi discurso de Avellaneda dijeron que quería terminar con los planes sociales. Recuerden que fue nuestro gobierno el que implementó la Asignación Universal por Hijo (AUH)”, señaló Cristina.

Sobre los planes sociales

En otra parte de su discurso, Cristina Kirchner contó que habló con el dirigente social Juan Grabois y que considera que hay que discutir "la necesidad de un ingreso universal básico", un proyecto presentado por el dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).

"Hay que pensar en un ingreso universal básico que no dependa del favor de nadie, que esta es la gran ventaja de la AUH, la independencia", destacó.

Y resaltó: "Es necesario reasignar los recursos más inteligentemente y que puedan llegar. Si hay 7 millones de trabajadores informales ¿por qué reciben solo un ingreso extra un 1.300.000?

También, hizo referencia a la interna que se produjo a raíz de sus declaraciones por los planes sociales y apuntó contra integrantes del FDT: "Me quieren hacer decir cosas que yo no dije. Cuando me refería a las políticas sociales, hablé de tres fenómenos: de que no debíamos tercerizar la política, que debíamos acabar con las altas y bajas que las decidiera cualquier dirigente barrial y no el Estado y la tercera que hubiera un control, que el Estado recuperar el dominio".

En ese sentido, precisó: "Se armó una competencia entre algunos para ver quién insultaba, quién mentía, que le queríamos sacar los planes a los pobres. Vamos a charlar un poquito porque algunas cositas podemos decir".

"A mí me apena mucho que pueda haber dirigentes de nuestro espacio político de que por el hecho de que las titulares de AUH sean las mujeres, el 94 por ciento son mujeres, digan que esto destruye a las familias porque esto forma el matriarcado. Cualquier dirigente puede decir cualquier cosa, el problema es si es un dirigente que diseña las políticas sociales del Gobierno", expresó, en alusión a Emilio Pérsico. 

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