Nuevamente en “el llano” y abocado a su estudio jurídico por estos días, una charla periodística con el exministro Aníbal Fernández siempre promete entretenimiento del primero al último minuto por sus definiciones agudas y “picantes”, sus anécdotas ocurrentes y el análisis de la realidad de quien juró 19 veces -según sus propias palabras- como funcionario. Y la entrevista exclusiva que le concedió al ciclo En Contexto de Data Diario en las últimas horas no fue la excepción.
Durante el extenso diálogo con la periodista Mariana Dahbar reivindicó su trayectoria (“Creo haber trabajado toda la vida para la política y no viví de la política, con lo cual todo lo que pude hacer lo hice y lo puse en funcionamiento para beneficios de todos”); elogió la gobernación de Axel Kicillof al frente de la provincia de Buenos Aires; anticipó el peronismo comenzará a “juntarse para tomar decisiones” y que tendrá nuevos liderazgos; destacó que el gobierno de Alberto Fernández “tuvo cosas muy importantes” y otras que no le gustaron, aunque prefirió no especificar cuáles.
También confió que se siente un gran afecto por la expresidenta Cristina Kirchner, aunque en los últimos tiempos tuvieron diferencias, principalmente, en torno al accionar de su hijo Máximo y la agrupación que lidera, La Cámpora; pronosticó que habrá muchas manifestaciones de descontento durante “febrero, marzo y abril” por los tarifazos del gobierno, incluso entre quienes lo votaron y dejó definiciones furibundas sobre el desempeño de las principales figuras del gabinete libertario.
La gestión de Kicillof y el futuro del peronismo
Consultado por la figura de Kicillof, Aníbal Fernández le mandó un fuerte guiño en lo que también puede interpretarse como un posicionamiento ante la interna que el gobernador mantiene con La Cámpora. “Axel ha mostrado que los primeros cuatro años, con un terreno fangoso, lo pudo poner en vereda y va camino a seguir haciendo las cosas bien”, manifestó y agregó: “Estuve charlando hace muy poco con él, no somos amigos pero tengo una muy buena relación”.
Acerca de la reconfiguración del peronismo, anticipó que “en no mucho tiempo más empieza a juntarse para tomar decisiones” y en relación la falta de conducción visible y la necesidad de tener nuevos liderazgos sostuvo que estos surgirán “solos”. “No piden permiso, hay que esperar a que surjan solos, para dar la pelea que habrá que dar dentro de cuatro años”.
Al respectó amplió: “¿Quiénes son los que van a ser (los líderes)? Los que tengan el reconocimiento de los otros que nos acompañen y estén decididos a trabajar en serio por las políticas que el peronismo reivindicó toda su vida, un peronista no se va a comer nunca que un pibe no coma o que un viejo no coma.
El gobierno de Milei
Aníbal Fernández pronosticó que se vienen meses de mucha más conflictividad de la que se vio hasta ahora con el gobierno de Javier Milei con sus ataques al sindicalismo, diputados y gobernadores. Y, según su parecer, eso se va a producir también porque hasta quienes lo votaron van a salir a expresar su malestar.
En ese sentido, el exfuncionario recordó que el año pasado en abril durante una entrevista con Gustavo Sylvestre había anticipado que el modelo libertario solo se iba a poder llevar adelante con represión: “Dije: ‘Miren, como están las cosas, si lo que dice este candidato es lo que va a hacer, eso cierra con represión. Van a tener muertos, van a tener sangre en las calles’, sin hacer ningún aspaviento ni nada por el estilo, hice una expresión rigurosa de lo que estaba viendo yo, y eso me significó al día siguiente la tapa de Clarín: ‘Irresponsable. Aníbal Fernández dice que…’ Bueno, ahí tenés cómo están las cosas”.
Según él: “No ha pasado nada todavía, porque los que vos ves protestando son manifestantes, muchos de esos compañeros nuestros que tienen las broncas, pero todavía no empezó a manifestarse el damnificado, el que no tiene para darle de comer al pibe, que no puede mandar a los pibes a la escuela, y esto va a traer dolor de cabeza porque, si cada vez que vienen, los van a recibir con gas pimienta o cagándolos a palos, ese va a traer un dolor de cabeza inexorable”.
En ese punto habló de lo que vislumbra que pasará de acá a 90 días: “Vas a tener en febrero, marzo y abril aumentos de tarifas y lonjazos en el lomo de los que menos tienen que ni te imaginas. El Presidente les mintió como perro, en su campaña les dijo ‘nunca vamos a tocar a estos’, claro, no los tocan porque se ponen guantes, pero el daño que les hacen es fenomenal. Lo que están haciendo es terrible, están secando la plaza de dinero, no vas a tener dinero y no vas a poder hacer compras, no vas a tener financiamiento por parte del Estado”.
Para el exministro hay acciones puntuales del Gobierno que a diario contribuyen a aumentar ese caldo de cultivo de fastidio. Fue ahí cuando embistió contra la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, al negarse a recibir a los referentes de las organizaciones sociales que estaban reclamando por la falta de entrega de alimentos a los comedores barriales. “’Que vengan de a uno y me entregan el DNI” y no sé qué cosa’”.
Y la satirizó: “Te hago un número muy simple, porque a uno le gusta jugar con los números, el minuto tiene 60 segundos, suponete que tardes 10 segundos, que es imposible, pero 10 segundos en hacer el registro de cada no como dice ella, te entran 6 en un minuto, 360 la hora, 8.240 en el día; ahí vas a tener 2 millones de personas. ¿Cuánto vas a estar? No podés registrarlos a todos, entonces lo que te dice la ministra es de una burrez y de una falta de respeto y seriedad y de una burla hacia el que menos tiene fenomenal”.
Sus días momentáneamente fuera de la política
La siguiente pregunta hizo foco en los días actuales de Aníbal Fernández fuera de la función pública y con el dirigente nuevamente trabajando en su histórico estudio jurídico de la ciudad de Quilmes.
“Yo juré 19 veces. Nunca le pedí trabajo a nadie, siempre me vinieron a buscar. Acá pasó lo mismo: nadie me llamó, yo me voy a mi estudio, funcionaba; no podía participar de ninguno de los casos que se atendían en el estudio y ahora volver es recuperar la matrícula y ponerme a trabajar”, describió.
Sin embargo admitió que extraña sus jornadas como funcionario: “Uno es un hombre de la administración pública, son muchos años que uno tiene de esto y cuando conoces tanto la administración pública lo que podés brindar es mucho”.
Fue ahí que reivindicó su última gestión como ministro de Seguridad a la vez que dejó entrever que le quedó un gusto agridulce acerca de la gestión general del gobierno anterior.
“Nuestro Gobierno tuvo cosas muy importantes y cosas que no me gustaron. Alberto es amigo mío y yo lo quise ayudar en todo lo que pudiera, me convocó para hacerme cargo de Seguridad, nosotros bajamos el índice de homicidio de 4.6 a 4.2, homicidio cada 100 mil habitantes por año, de 4.6 a 4.2”, puntualizó.
Planes sociales
En otro pasaje de la entrevista se le preguntó por su opinión acerca de los planes sociales. La respuesta fue contundente: para Aníbal Fernández solo deberían aplicar en una situación de emergencia social.
“En la medida en que vos vayas creciendo y que le puedas dar oportunidad a todos de que se ganen su trabajo, los planes tienen que desaparecer”, explicó.
El mismo razonamiento lo aplicó a los comedores comunitarios: “¿Qué es eso de mandar a un pibe al comedor? El único comedor que debe existir en este mundo es el de tu casa con tu vieja al lado, el único, ese es el único comedor que vale, el otro no, ¿cómo vas a desagregarlo de tu casa para ir a comer a un lugar porque no tenés con qué pagar? Entonces hay que resolverlo ese tema”, manifestó.
Para el exministro, hay dos maneras de terminar con planes sociales y la asistencia de comedores: “Atacando la oferta o atacando la demanda. Yo siempre creo que la mejor forma es atacando la demanda; ir sobre la persona, la mujer, el marido, el pibe que son los que deben tener los beneficios o en el caso de los trabajadores, hombres y mujeres lo mismo: siempre atacando la demanda, hay que proponerse trabajar por ello”, se explayó.
El “famoso” informe de Lanata
A continuación, le preguntaron al dirigente peronista si en algún momento de su extensa trayectoria alguna crítica le molestó. A lo que contestó que jamás, pero sí le “jodió” la recordada operación mediática realizada por el Grupo Clarín a través del programa Periodismo Para Todos del domingo 2 de agosto 2015.
En el programa conducido por Jorge Lanata se podía ver una entrevista, realizada en la vivienda de la diputada Elisa Carrió, a José Luis Salerno (ex-policía y farmacéutico acusado de haber estado involucrado en el negocio de la efedrina en el año 2008) quien aseguraba que el actual jefe de gabinete estuvo involucrado. Algo que luego fue desmentido por la Justicia.
“Dijeron que yo había mandado a matar a tres pibes y traficaba droga, y eso me hizo perder las elecciones a gobernador de la provincia de Buenos Aires. ¿Cómo terminó eso? No estoy ni siquiera en el expediente, y por supuesto fue todo mentira, esas que te joden. ¿Pero después que me critiquen por el trabajo? No, para nada. Se enoja el chancho y se come”, recordó.
CFK, Máximo y La Cámpora
Acto seguido se le consultó por su relación con Cristina y sostuvo que hace un año que no habla con ella pero que siempre ha tenido “una relación muy buena con ella”. Incluso sorprendió con una definición: “Te voy a decir algo que ni me pondría colorado, yo la amo a esa mujer, he sido un servidor de la presidenta de los argentinos gustosísimo, creí en ella, no me falló como presidenta y mucho menos Néstor”.
Sin embargo, confesó que los desencuentros de los últimos con la expresidenta y vicepresidenta estuvieron, principalmente, vinculados a sus críticas a su hijo Máximo Kirchner y la agrupación que lidera: La Cámpora.
“Yo no tengo trato con él (por Máximo Kirchner), es uno de mis dolores de cabeza y creo que es uno de los dolores de cabeza que me trajo a mí con Cristina, y es su vida, que resuelva de la forma que ellos lo sientan, me parece perfecto”, manifestó.
Cuando se le preguntó por qué no tenía contacto con el diputado nacional, no ando con vueltas: “No comparto nada de lo que hace”, y ejemplificó con una situación puntual: “Cuando en la provincia de Buenos Aires a uno que él se opone y es orgánico, como el intendente Fernando Gray, lo echaron a empujones, lo echaron para que no fuera presidente del partido: ¿Qué hizo? No tengo ganas. Que haga lo que se le antoje. Yo no practico de esa manera”, lanzó.
En esa línea, la siguiente pregunta era cantada: La Cámpora… Ahí dejó en claro su fastidio por el trato de esa organización al expresidente Alberto Fernández durante su gestión.
“No han parado de hacerle bullying todos los días y cuando estaba caído en el piso lo pateaban. Me parece un espanto eso. Yo no sé trabajar de esa manera, para mí mis compañeros son sagrados. Entonces me ponía en una situación incómoda, en donde yo no me callaba la boca y decía lo que sentía. Estaba donde tenía que estar, disparan y ni pared, decía lo que tenía que decir”, indicó.
Los funcionarios de Milei
Por último, se prestó para un “ping-pong” acerca de los funcionarios del gobierno libertario.
—¿Qué opinas de Guillermo Francos?
— Lo conozco hace muchísimos años, estuvo reunido conmigo él y Posse por el tema de seguridad, fui el primer ministro con el que se reunieron. Le tengo respeto.
— ¿Y qué te preguntaron en la primera reunión?
— Bueno, todo un análisis global de lo que estábamos haciendo, no debo contarte ese tema. Pero le tengo respeto.
— Manuel Adorni.
— No, no, ningún respeto.
— Ampliame un poco.
— Ningún respeto. Si eso es un vocero, a la mayoría de las cosas le pifia, cero formación política, cero formación de gestión.
— Sandra Pettovello.
— No, después de lo que hizo de burlarse de los que menos tienen y lleva en el brazo lo que vale una fortuna en dólares, esa cartera. Mi respeto es cero.
— Luis Caputto.
— Es un garca. Con lo cual eximime de tener que dar explicaciones porque te enchastro el programa.
— Mondino, Diana Mondino.
— Creo que es una oportunista, no conoce de la mayoría de las cosas de las que habla no las conoce. Ha hecho cosas que yo quiero creer que el Presidente no participa de esa. El tema de recibir a las autoridades de Taiwán, cuando nosotros tenemos como uno de los principales socios a la República Popular China, me parece que ese tipo de cosas se tiene que ver con mucha tranquilidad y con mucho cuidado. Lo mismo sucede con lo que el Presidente acaba de hacer, de decir que va a poner una Embajada en Jerusalén. Hay tres países en el mundo solamente que tienen embajadas en Jerusalén, lo que ha logrado el Presidente con esto es, primero, rechazar y renegar de las decisiones de Naciones Unidas; segundo meter a Argentina en la discusión de una guerra, no tiene que estar Argentina discutiendo eso; y en tercer lugar es ponerle a este conflicto un estorbo porque hay dos países que debieran encontrar la paz y que uno tiene que mantenerse respecto a eso corrido de esa situación.
Un Aníbal Fernández auténtico. Sin pelos en la lengua.