El presidente Alberto Fernández habló en conferencia de prensa tras su gira por Estados Unidos y habló sobre la posible suspensión de las PASO el año próximo es un "debate que está abierto", pero aclaró que en estos momentos está preocupado por "otros problemas".
"Es un debate que está abierto", respondió el Presidente cuando fue consultado en Houston, Texas, sobre la posibilidad de que las primarias sean suspendidas el año que viene, como reclaman algunos sectores del Frente de Todos (FdT), principalmente los gobernadores. De todos modos, dijo que prefería no opinar al respecto porque en estos momentos está preocupado en "otros problemas".
"No estoy pensando ni en las PASO, ni en reelecciones, ni en cuál es la coyuntura política y personal, ni de mi espacio político. Estoy pensando en cómo sacar adelante los problemas que tenemos, y que son muchos y todos los días se agravan, porque el mundo cada día está más difícil", se explayó el mandatario al dialogar con los medios que lo acompañaron en su gira.
Fernández sostuvo además que "no tiene mucho más para agregar" a lo que dijo el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, al plantear que es un "debate que se ha abierto" pero que hay que ver "cómo evoluciona". "La verdad es que yo tengo otras prioridades hoy en día", insistió.
Kicillof había considerado ayer, durante una conferencia de prensa, que la posible suspensión de las PASO "es un debate que se está dando y hay que escucharlo en detalle".
Alberto Fernández, en la ONU: "Los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias"
El presidente Alberto Fernández habló ante la ONU y reiteró su contundente rechazo al intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
También agradeció la "solidaridad que la Argentina ha recibido del mundo entero" por el atentado a Cristina y dijo que eso "no solo afectó la tranquilidad pública", sino que también "buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida". En su discurso, el Presidente reivindicó el pedido de soberanía sobre las Islas Malvinas, ocupadas por el Gobierno inglés.
El mandatario argentino comenzó su discurso agradeciendo la solidaridad de distintos países ante el atentado contra Cristina Kirchner y advirtió que muchas veces en la historia "los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias".
"Fundados en el rechazo o el odio hacia las victimas, quienes perpetraron semejantes acciones quebrantaron la paz pública y abrieron las puertas a enormes disputas sociales. Pueblos enteros sucumbieron detrás de estos discursos de odio".
El Presidente aseguró que el intento de asesinar a la vicepresidenta "no solo afectó la tranquilidad pública", sino que también "buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida".
"Los argentinos construimos el acuerdo del 'Nunca Más' al terrorismo de Estado y a la violencia política", destacó el jefe de Estado. "Valoramos la democracia como un modelo de desarrollo social que exige respetar al otro en la diversidad", agregó.
De todas maneras dijo estar convencido de que la violencia fascista "que se disfraza de republicanismo" no conseguirá cambiar el amplio consenso "al que adhiere la inmensa mayoría de la sociedad argentina".
Fernández sostuvo con "la desazón que generó la pandemia y los efectos económicos de la guerra", los discursos extremistas y violentos proliferaron y encontraron "tierra fértil" para sembrar el sentimiento antipolítico en las sociedades.