Si bien la Justicia ordenó a la Ciudad a suspender las clases presenciales hasta fin de mes por el decreto presidencial, Horacio Rodríguez Larreta continúa desafiando a la pandemia y apuesta a la disputa política con el gobierno de Alberto Fernández. En una conferencia el jefe porteño minimizó las restricciones y aseguró que "lo último" que se cierra son las escuelas.
De igual forma, lanzó una insólita frase que olvida toda situación epidemiológica que vive el mundo y la Argentina desde marzo del año pasado: "Por la suspensión de las clases presenciales en el 2020, hay chicos que no saben escribir su nombre".
En sintonía aseguró que el 2021 "no puede" ser igual al 2020 en terminos de presencialidad. A pesar de la gran cantidad de casos, los récords de muertes y los últimos estudios que confirmaron que se quintuplicaron los contagios en menores de edad desde la vuelta a clases, aseguró que "la máxima prioridad en la educación".
De igual forma, la pandemia no da tregua y los hospitales y clínicas privadas siguen con las terapias intensivas colapsadas, al igual que las guardias en las que la gente hace horas de fila para ser atendidos. Todo parecería indicar que las restricciones a la circulación y el cierre de ciertas áreas puntuales durará más de los quince días iniciales y se preveen medidas más duras para combatir al virus.