En el kirchnerismo insisten en que la falta de una mesa política que permita zanjar diferencias internas y consensuar estrategias electorales rumbo a 2023 pone en riesgo la unidad de la coalición oficial y que por ello debería ser convocada por el presidente Alberto Fernández.
Pero el jefe de estado se resiste a esa propuesta al entender que le quitaría gobernabilidad y condicionaría lo que le queda de mandato. Por eso sigue deslizando que prefiere las PASO para dirimir candidaturas nacionales y que, por ahora, no se baja del intento de reelección.
Es en este marco, en el que por ahora se avizora una tensa convivencia entre los dos principales accionistas del Frente de Todos. El jefe de estado permaneció incólume en su despacho el pasado jueves por la tarde cuando una muchedumbre homenajeaba la memoria de Hebe de Bonafini en Plaza de Mayo, en un acto organizado por el Instituto Patria.
Cristina había demostrado centralidad y capacidad de convocatoria en el acto del Estadio Único de la semana pasada. Pero muchos actores del oficialismo dudan que haga caso en 2023 a lo que le demandaba la multitud reunida en el coliseo platense y que, por el contrario, competirá por una senaduría nacional. Sí se guardará el papel de "gran electora" el año próximo.
Un referente camporista consultado aseguró que A. Fernández debería convocar a una mesa política del FdT para evitar tensiones futuras en un complejo escenario socio-económico como el que atraviesa Argentina.
La gestión de Massa será clave
La única coincidencia entre el jefe de estado y su Vice en este momento es "empoderar" a Sergio Massa en Economía con el objetivo de evitar una agudización de la crisis. Esperan que se cumpla el sendero de baja de inflación proyectado por el líder del Frente Renovador, que estima un IPC del 3% para abril próximo.
Hoy todo es incertidumbre: con una persistente caída del salario real que no hace más que dificultar a cada vez más trabajadores a llegar a fin de mes, se requieren medidas eficaces.
El plan de Precios Justos asoma como un paliativo para contener el alza de los precios de la canasta básica. Si finalmente resultara exitoso, persisten las dudas sobre qué ocurrirá en marzo próximo cuando llegue a su fin.
Especulaciones cruzadas
Si el FdT llegara cohesionado a esa instancia, a poco más de tres meses de confirmarse las alianzas electorales para los comicios, sería una buena señal para los mercados.
En el cristinismo aducen que, pese a la tensión con el Ejecutivo, "hay diálogos" entre dirigentes de ambos sectores. "Pero para que haya una mesa política debe ser el Presidente el que dé el primer paso", estimó un funcionario de trato cercano con la Vice.
En una semana en la que volvieron las versiones sobre el estado de salud de A. Fernández, en Casa Rosada reafirman que el jefe de estado se encuentra en condiciones normales para ejercer la primera magistratura y que seguirá con su agenda normalmente. La expectativa del primer mandatario es normalizar las variables macro y bajar la inflación. Con un escenario más estable, podría ganar volumen político y tallar en la definición de candidaturas del FdT. Esa es hoy la "esperanza" albertista.
