El número uno del ranking mundial tuvo un día para el olvido en Tokio. El serbio llegó a los Juegos Olímpicos con la esperanza de apropiarse el histórico Golden Slam que sólo logró Steffi Graf en Seúl 1988. Djokovic ya consiguió esta temporada el Australia Open, Roland Garros y Wimbledon, pero esta derrota terminó con su objetivo principal de conseguir los cinco trofeos.
Tras caer en las semifinales contra el alemán Alexander Zverev, Nole se preparó para ir en busca de la medalla de bronce contra el español Pablo Carreño Busta, el tenista que nunca le pudo ganar en duelos anteriores. Pero con el pasó de los sets, el serbio fue perdiendo la cordura y la paciencia. La furia provocó que rompa dos raquetas completas en medio del partido.
El tenista español ganó por 6-4, 6-7 (6) y 6-3 tras dos horas y 47 minutos de juego y se colgó la primera medalla de bronce de su carrera. “Estoy en una nube. Cuando perdí el segundo pensé que esto ya estaba muerto. Pero he podido, esto es increíble. Venía a por una medalla y ha costado, pero la he conseguido. He ganado al número dos y al número uno y me llevo el bronce”, dijo Carreño lleno de emoción y orgullo.
Pero en la otra cara de la moneda estaba Djokovic. Abatido y decepcionado por no poder romper con la maldición de las semifinales en los Juegos Olímpicos. El agotamiento llegó a un punto tal que el serbio decidió dejar sin chances a su compañera, Nina Stojanovic, en la competencia de dobles mixtos en la cual se debían enfrentar a los australianos Ashleigh Barty y John Peers por una medalla de bronce.
Según el medio serbio Novosti, el tenista sufrió “agotamiento físico” luego de acumular casi siete horas de tenis durante las últimas 24 horas y también se habla de una lesión en el hombro derecho que todavía no fue oficialmente confirmada.
Así, el número uno del ranking mundial, se despide de Tokio 2020 sin terminar de cumplir las expectativas que se había propuesto desde el inicio. ¿Será en París 2024?